El artista malagueño vuelve a pisar esta noche (23 horas) el escenario de la sala Barroco para presentar su nuevo trabajo

--¿Cómo le va la vida?

--Con muchas ganas de hacer esta campaña íntima tras los estrenos un poco más a lo grande como en el teatro Falla de Cádiz, el Cervantes de Málaga o el Fernán Gómez de Madrid. Da mucha fuerza la buena onda que ha recibido el disco.

--'La menor explicación' cierra un círculo de tres discos...

--Sí, exacto. Cada disco es de su padre y de su madre, pero sí hay una intencionalidad y una evolución buscando ese sonido.

--¿Qué ha querido transmitir al público con este trabajo?

--Hay gente a la que gustó mucho Los mares de China , el primero. El estilo no estaba homogeneizado, pero tenía mucha fuerza. Hay otros a quienes les gustó la sofisticación de Todas las calles y también hay gente que me ha conocido con La menor explicación y que ha intentado buscar los discos anteriores. Hay coherencia entre los tres.

--¿Es el mismo Tony Zenet?

--Sí, claro, evidentemente, sobre todo porque he mantenido la misma formación. Me gusta mucho la cercanía e intimidad de este formato, con esta desnudez, mostrándole al público que las canciones parten de que te tienen que poner los vellos de punta con la simpleza de una guitarra y una voz.

-Mientras tanto, los directos que se siguen manteniendo...

--Está muy difícil. El 21% de IVA nos ha hecho polvo a la gente del mundo del espectáculo. Es absurdo tener que pagar 3.000 euros por alquilar un día un teatro, hacer frente a los gastos y además abonar el IVA.