Una fuerte tromba de agua y granizo, caída en torno a las nueve menos cuarto de la noche de ayer, colapsó literalmente la ciudad. Viviendas inundadas, calles anegadas o enterradas por el hielo, conductores atrapados en sus vehículos, árboles caídos, contenedores de basura flotando a sus anchas, contadores de la luz por los que el agua salía a borbotones... Este era el espectáculo, en ocasiones dantesco, que sorprendió a la capital cacereña. Al cierre de esta edición no se tenía constancia de daños personales, aunque sí de cuantiosos materiales. Fueron 15 minutos de auténtico infierno que provocaron cortes de luz que se prolongaron hasta la medianoche y dificultades en la conexión de teléfono.

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La estación meteorológica de Cáceres registró un nivel de precipitaciones próximo a los 50 litros por metro cuadrado entre las 20.30 y 21.30 horas. En el momento de mayor intensidad, se llegaron a recoger casi 25 litros en 15 minutos.

Inmediatamente se organizó un gabinete de crisis presidido por la alcaldesa, Carmen Heras, el concejal de Tráfico, Carlos Jurado, y el de Infraestructuras, Miguel López. Con base en la jefatura de la policía local, se montó un despliegue de medios técnicos y humanos compuesto por agentes de policía local y Nacional, bomberos y Guardia Civil, en total 250 personas, según indicó Jurado.

Al personal del parque de bomberos de Cáceres se sumó también el de los parques de Plasencia y Coria. En total 25 agentes que realizaron "centenares de salidas", dijo Oscar García Rioboó, gerente del Sepei.

El subdelegado del Gobierno en Cáceres, Fernando Solís, explicó que se había movilizado al Cuerpo Nacional de Policía para ayudar en las labores de atención y auxilio. "Tenemos a todos los efectivos de la Policía Nacional disponibles en la calle colaborando y prestando ayuda a la policía local y los bomberos allí donde es necesario. Tenemos policías en los centros comerciales Ruta de la Plata y Carrefour, donde están ayudando a salir a las personas que se habían quedado atrapadas, y también hay agentes ayudando en pequeños establecimientos comerciales y algún hogar particular donde han pedido ayuda por acumulación de agua", aunque no precisó datos concretos.

En cuanto a situaciones de gravedad, Solís reseñó que "hasta el momento no hay constancia de ninguna situación que haya supuesto daños graves para los ciudadanos". El total de personal desplegado no daba a basto dada la magnitud de la tormenta.

Las principales vías afectadas fueron la Ronda Norte, donde se cortó un carril por cada sentido de circulación, y la avenida de la Hispanidad, con grandes balsas de agua. El edil de Tráfico, Carlos Jurado, aseguraba anoche que "durante unos minutos la ciudad ha sido un auténtico caos".

A falta de que se realice una relación completa con todos los daños, indicó que se habían producido destrozos en árboles, asfalto y casas. La principal preocupación estuvo en el tráfico, con fuertes retenciones y cortes en carriles de las principales avenidas, como la de Alemania, por la caída de árboles.

La tromba de agua cogió por sorpresa. "Lo más parecido que he visto ha sido el temporal en marzo de este año, pero este ha sido diferente", reconoció el edil, que dijo que en las predicciones meteorológicas no se preveía el granizo. "Ha habido dos palmos en La Mejostilla. Eso nunca había pasado. Las precipitaciones han sido muy intensas en muy poco tiempo", subrayó.

"QUE NOS SAQUEN" Durante esos 15 minutos se vivieron momentos de auténtico pavor. En San Francisco un hombre quedó atrapado y tuvo que ser rescatado por los bomberos. Lo mismo sucedió en la calle Viena, a la altura de una de las entradas del parque del Príncipe. La pared, recientemente remozada por el ayuntamiento, comenzó a desprender gran cantidad de tierra, que golpeó a un vehículo con tres ocupantes que, como pudieron, lograron salir del coche. "Eran tres jóvenes, los oía gritar pero no podíamos hacer nada por ellos porque el agua era impresionante", comentaba un vecino.

También fueron numerosos los daños que la tromba causó en la avenida Ruta de la Plata, donde un platanero cayó sobre la calzada e invalidó un carril. Los hortelanos de la Ribera también se vieron afectados. Césareo Jiménez, que atiende dos huertas, precisó que el agua se llevó alambradas, arrancó árboles y destrozó cultivos. "Me he tenido que refugiar en una nave", dijo.

Por su parte, el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología, Adolfo Marroquín, explicó que estas tormentas están originadas al coincidir dos fenómenos: "la existencia de una borrasca al oeste de Portugal con bajas presiones en superficie, junto a una situación de temperaturas muy frías en altura, por encima de los 5.000 metros". Recordó que la región sigue hoy en alerta naranja --por riesgo importante-- por lluvias y tormentas que pueden dejar hasta 30 litros por metro cuadrado a la hora y 80 cada 12.