El ayuntamiento mantendrá los veladores del restaurante Torre de Sande junto al hotel Atrio, en el lateral de la calle Condes del casco antiguo, tras las quejas de sus propietarios de que no podrían instalarlos al colocarse dos señales en ambas esquinas de prohibido aparcar excepto para el nuevo establecimiento, cuya apertura está prevista para esta semana.

Carlos Jurado, concejal de Tráfico, aseguró ayer que el consistorio desconocía la petición de Torre de Sande y señaló que la terraza, que lleva dos años sin poder colocarse por las obras del hotel, podrá seguir en la misma ubicación si el restaurante así lo solicita. Jurado explicó que la Comisión Municipal de Tráfico decidió hace dos meses que el hotel pudiera contar con dos plazas para carga y descarga y vehículos de clientes, pero no en toda la calle.

Por su parte, Consuelo Villalba y César Ráez, que regentan Torre de Sande, afirmaron antes de que se hiciera pública la decisión municipal que el ayuntamiento ya conocía su intención de volver a instalar los veladores cuando se abriera el hotel, calificando la decisión de colocar las señales como "arbitraria y unilateral". Los hosteleros se mostraron dispuestos a facilitar que ambos usos --el de estacionamiento y terraza-- puedan convivir en la calle Condes, planteando que las diez mesas que quieren vayan colocadas en la fachada de su establecimiento, ya que del 2005 al 2008 estuvieron situados en el lateral que ahora pertenece al hotel Atrio.

Ráez y Villalba dejaron claro que "no están en contra" de que el proyecto de sus colegas José Antonio Polo y Toño Pérez esté en la misma zona, aunque sí de que "se tome una decisión para un negocio perjudicando a otro". Para los responsables de Torre de Sande, su terraza también es una opción que sirve para dinamizar el casco antiguo y recordaron que ésta se convierte, cuando hace buen tiempo, en un atractivo para sus clientes.