Rescatar el legado de los mayores, las tradiciones que de forma oral pasan de padres a hijos, y a nietos, el folclore popular, la música... y conformar con ello páginas imborrables que lo conserven todo a través de los años y eviten su pérdida es una tarea que preocupa a muchos y que poco a poco se va haciendo realidad.

Páginas para el recuerdo histórico, en este caso de las tradiciones, costumbres, música... de la localidad de Torrequemada, es lo que han elaborado con esmero Pilar Barrios Manzano, catedrática de la escuela universitaria de música de la Universidad de Extremadura, y Ricardo Jiménez Rodrigo, educador social, natural e investigador de la citada zona.

Para ellos su esfuerzo ha tenido recompensa. La edición de su libro Fuentes y metodología para la música de Tradición oral en Extremadura. Un núcleo del llano cacereño: Música y tradiciones en Torrequemada , ha sido reconocido como número especial y monográfico de la revista Saber Popular de la Federación Extremeña de Folclore, distinguida con el Premio García Matos.

Para los demás supone un puente para ir conociendo más en profundidad cada uno de los pueblos de la región. También, una llamada de atención "sobre la necesidad de rescatar el legado de nuestros mayores", como diría Juan Rodríguez Pastor, presidente de la Comisión de Investigación de la Federación Extremeña de Folclore; y sobre "la importancia de la publicación de libros sobre pequeñas zonas rurales para que no se pierdan las tradiciones, la llamada memoria histórica", en palabras de Manuel Sánchez, director de actividades culturales de la Uex.

Un amplio legado

Ahora Torrequemada no perderá su música, ni su historia, costumbres y tradiciones. Todo ello ha pasado de la palabra a la escritura, y con ello se han llenado páginas de saber popular.

No faltan referencias al por qué de su nombre --siempre relacionado con la torre que culmina el pueblo y que por estar en ruinas parece que fue quemada--, del que se seguirán dando múltiples versiones, pues como refleja el trabajo de investigación ahora presentado "no hay ningún documento en el que se haga referencia a la denominación del pueblo, y por ello hay que moverse dentro del terreno de la hipótesis", señalan sus autores.

La devoción a la Virgen del Salor; el ritual de los quintos, que va desde la caída del leño en otoño, pasando por su quema en Nochebuena y lo que eran antiguamente las carreras de gallos; los comadreos del carnaval, como fiesta que protagonizan las mujeres; o las carreras de cintas en las fiestas de septiembre y que recuerdan a los torneos que explican las primeras constituciones de la primitiva cofradía. Todo está ya recogido para la historia.

Y también, un hueco para la música, con especial referencia a una de las canciones más antiguas del pueblo y que en estos momentos asumirían muchas localidades de España, pues se trata de una canción de rogativa, de las que en Torrequemada se cantaban en épocas de sequía para que la Virgen del Salor enviara el agua que necesitaban los campos.