La empresa que se encargue de gestionar el servicio del agua una vez que esté resuelto el concurso convocado por el ayuntamiento está obligada a hacerse cargo del personal de la actual concesionaria, la empresa Canal de Isabel II. Son 96 trabajadores, según la relación que aparece en uno de los pliegos de condiciones para prestar este servicio. Pese a esta exigencia, el comité de empresa de Canal de Isabel II ha presentado alegaciones a los pliegos de condiciones, en las que se vienen a pedir más garantías para evitar despidos y que no se vean mermadas las condiciones laborales de los 96 trabajadores (en total son 93 puestos, ya que hay tres que están prejubilados).

Una de las correcciones que se plantean con las alegaciones que ha presentado el comité de empresa es que la totalidad del personal que está adscrito a la concesión pase a formar parte de la plantilla del consistorio en el caso de que el ayuntamiento deba rescatar la concesión, hecho que se produciría si se rompe el contrato con la nueva empresa. Los trabajadores pasarían con la misma antigüedad y demás derechos laborales adquiridos y vinculados al servicio del agua.

En los pliegos de condiciones se limita esta reversión al personal del ayuntamiento, que son 23 de los 96 trabajadores, según se interpreta de lo recogido en los pliegos. La plantilla está formada por los trabajadores que procedían del consistorio, que estaban en el servicio antes de la llegada de Canal de Isabel II en 1995, y los contratados por esta empresa en los últimos 15 años.

Otra de las condiciones que se piden con las alegaciones es que los trabajadores no se vean afectados por un despido colectivo fundado en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Además se solicita que para poder proceder a cualquier tipo de despido sea preceptivo el informe del ayuntamiento.

En las alegaciones se apunta que se debe insistir en los pliegos en que la plantilla nunca podrá ser inferior a la actual, la que está recogida en el anexo que acompaña al pliego administrativo. También se añade que debe quedar claro que los costes actuales de la plantilla no podrán sufrir recortes y que se mantendrán, con las revisiones anuales, a lo largo de la concesión, salvo por las jubilaciones.