Casi la mitad de las muertes violentas accidentales que investigan los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Cáceres se deben al tráfico. Viene siendo así desde hace años, aunque en las memorias anuales de dicho instituto, cuyo ámbito de actuación es toda la provincia, también se constata que las muertes en las carreteras siguen descendiendo.

Así fue el año pasado. Las estadísticas forenses lo revelan. Según estas, de las 53 muertes violentas accidentales que se contabilizaron en la provincia en el 2010, un 43% (23) se produjeron en accidentes de tráfico. Pero también reflejan que esos 23 fallecimientos que el año pasado se produjeron en las carreteras cacereñas fue el menor número de los últimos seis años, periodo en el que la cifra se ha reducido a la mitad.

Según la memoria 2010 del IML, en el 2005 fueron 46 las muertes en accidente de tráfico --justo el doble que las registradas el año pasado--, y aquella cifra, salvo el año siguiente en que se contabilizaron dos más (48), ha ido descendiendo en los años sucesivos (29, 38 y 35).

Pero "dada la existencia de una mayor incidencia de las muertes accidentales ocurridas en accidente de tráfico", se hace constar en el último balance forense, en este se ha "considerado oportuno" incluir también su distribución atendiendo a la edad y sexo de los fallecidos, y los meses en los que ocurrieron.

De ello se desprende que el 83% de los fallecidos (19) fueron varones, frente al 17% (solo 4) mujeres; que la media de edad de la mayoría de ellos se sitúa entre los 50 y 69 años (10 en total), seguida de entre los 30 y 40 años (8); y que fue agosto el mes en que más se produjeron (5), seguido de enero, junio y octubre, meses en cada uno de los cuales se contabilizaron tres fallecidos.

Cabe hacer constar también, como así se pone de manifiesto en el último balance del IML, que en cumplimiento de lo establecido por orden ministerial, los forenses tienen la obligación de comprobar si los conductores de vehículos muertos en accidente, así como en los fallecidos por atropello, estaban bajó la influencia del alcohol. Respecto a estas determinaciones, en la memoria 2010 se pone de manifiesto que el consumo de alcohol en conductores implicados en accidentes ha disminuido, pues el año pasado solo dos de los fallecidos tenían una tasa de más de 0,5 gramos de alcohol en litro de sangre, mientras que en el 2009 fueron once los conductores en los que se registró más alta.

OTROS CASOS Pero las muertes causadas por la circulación son una mínima parte (en el 2010 apenas supusieron un 15%) del total de las actuaciones tanatológicas que realiza a lo largo del año el Servicio de Patología Forense de Cáceres para determinar las causas y circunstancias en muertes por causas violentas o sospechosas de criminalidad.

El año pasado fueron 146 (17 menos que en el 2009) las actuaciones que los forenses del IML de la ciudad realizaron en aras a determinar las causas y circunstancias de los fallecimientos. De estas, así consta en su última memoria, 89 se confirmaron como muertes violentas --la provincia registra una media de unas