Tienen un elevado coste y muchos ayuntamientos no disponen de fondos suficientes como para hacer frente al desembolso que supone su adquisición. Pero contar con radares móviles es en ocasiones necesario, como ha ocurrido en Cáceres hace unos meses ante la necesidad de poner freno a las elevadas velocidades con las que se circula en algunas vías de la ciudad, como ocurre por ejemplo en la avenida Hernán Cortés.

Por ello, y para estos casos, para que los ayuntamientos de la provincia que puedan necesitarlos cuenten con ellos sin necesidad de hacer el desembolso que supone su adquisición, dispone la Jefatura Provincial de Tráfico de Cáceres de tres vehículos dotados del cinemómetro, que es como se denomina el radar móvil. "Están a disposición de todos los ayuntamientos, con cuyos alcaldes, en caso de solicitarlos, se firma un convenio de cesión que en principio tiene una vigencia de un año, pero siempre prorrogable", explicó a este diario Cristina Redondo, jefa provincial de Tráfico.

Los tres están en estos momentos cedidos, a los ayuntamientos de Cáceres, Plasencia y Navalmoral, "pero siempre es posible facilitárselo a otro ayuntamiento que pueda necesitarlo en un momento puntual", hace constar Redondo, que según añadió "lo ideal es ir rotando".