El monumental atasco que se originó en el recinto ferial la noche del miércoles provocó ayer la rápida reacción del equipo de gobierno que rectificó con urgencia el plan de tráfico diseñado para la edición de San Fernando de este año y que contemplaba un único sentido de circulación desde la rotonda de la N-630 al hangar de Cruz Roja.

El ayuntamiento, después de comprobar como cientos de vehículos quedaron literalmente atrapados en los aparcamientos del ferial, volvió a convertir la vía en doble sentido, como tradicionalmente ha ocurrido.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra, comentó: "No ha habido improvisación" y argumentó que el principal acceso a la feria se había contemplado de un único sentido para evitar, dijo, "que ocurrieran accidentes, como ha sucedido en otras ediciones". Parra aseguró que en años anteriores la masiva concentración de vehículos, taxis, ambulancias y autobuses había originado problemas.

Sin embargo la realidad pesó más que la buena voluntad de Parra y se enmendó el error. No obstante, el concejal indicó que las retenciones no sólo se produjeron por el diseño del plan (contemplaba una única salida por Ceres Golf), sino por el Día del Niño, que concentró a más de 30.000 personas "y muchas de ellas intentaron salir de la zona a la misma hora", entre las nueve y las diez de la noche.

El concejal anunció la intención del ayuntamiento de plantearle a Fomento la construcción para el año que viene de un acceso directo al aparcamiento del ferial desde la glorieta de la 630.

"UN BUNKER" Por su parte, el subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, criticó que el ayuntamiento no convocase "una reunión preparatoria y organizativa" con la institución que dirige y con la Guardia Civil. Dijo que este "grave error municipal" convirtió el ferial "en un auténtico búnker" que podría haber causado "una catástrofe" por la falta de medidas de evacuación.

Solís reconoció que la subdelegación recibió una carta, sin firma, del concejal de Festejos informando sobre el plan de tráfico en la zona el miércoles a las 13.15 horas, un comunicado que fue trasladado a la Guardia Civil y la Policía Nacional. "Era una carta fría, dando órdenes y no para pedir colaboración".

Aseguró que los reponsables de la Guardia Civil hablaron con el subinspector de la policía municipal, Emeterio Corchado, proponiéndole una salida para los coches por la rotonda de la carretera de Badajoz, al margen de la del Ceres Golf. Según Solís, el número dos de la policía local respondió que las órdenes eran que hubiera una única salida por la N-630 y pidió a la Guardia Civil que cortara esta arteria nacional, algo a lo que la Benemérita se negó. "No podíamos cortar una carretera de estas características", justificó Solís.

Ayer por la mañana el concejal de Seguridad mantuvo un encuentro con representantes de la Policía Nacional y la Guardia Civil para tratar la situación.