El interno en la cárcel de Cáceres que amenazó de muerte a un funcionario será trasladado a otra prisión. Así lo avanzaron a este diario fuentes de los sindicatos de prisiones tras el incidente que tuvo lugar este martes en las instalaciones. Según hizo público a través de un comunicado la Asociación Profesional de Trabajadores Penitenciarios bajo la consigna ‘Tu abandono nos puede matar’, el suceso se produjo cuando el preso, catalogado con un «perfil agresivo», se encontraba en una celda de aislamiento por una sanción disciplinaria y pidió realizar una llamada de teléfono. Los trabajadores le explicaron que no era posible debido a que la línea «se estaba sometiendo a cambios técnicos» y le aseguraron que cuando se solucionara podría usar el teléfono. Entonces, de acuerdo a la denuncia de los sindicatos, el interno, emprendió «a golpes con la celda, alterando el orden del departamento». En ese momento y «en un gran estado de agresividad y agitación», «el interno amenazó a uno de los trabajadores con matarlo en la calle, empezando por sus hijos, indicándole que contratará a un sicario para dicho fin, pagándole la cantidad de dinero necesario para ello o incluso alguien de su propia familia se ocuparía de hacerlo». Debido a esta situación, el funcionario de prisiones tuvo que ser atendido por servicios sanitarios debido «al estado de nerviosismo en el que se encontraba» y se determinó que «no estaba en condiciones de trabajar».

En esa línea, el sindicato critica que «este es el día a día de los trabajadores de la prisión» y lamentan que tienen que «aguantar toda clase de vejaciones, amenazas e insultos que no son contabilizadas en el Protocolo de Agresiones a Funcionarios porque según la administración «no tiene como resultado lesiones físicas». Así, denuncian la falta de consideración de Agentes de la Autoridad, que «reduciría en gran medida las agresiones sufridas por los trabajadores en toda España», que el colectivo contabiliza en 444 el año pasado.

Pone de relieve también la asociación que «durante muchos años este colectivo viene sufriendo un grave deterioro, debido a la dejadez por parte de la propia administración que tiene el deber de velar por sus trabajadores y los tiene abandonados a su suerte». Lamentan de este modo la falta de «medios materiales y adaptados a las necesidades del siglo XXI, también personal en todos los centros penitenciarios, para poder ofrecer un servicio público de calidad» y una «gran pérdida de poder adquisitivo». En cualquier caso, concluyen que «lo más importante es recuperar la dignidad, que la propia administración ha arrebatado con su abandono, dejadez y desidia».

FALTA DE PERSONAL // Por su parte, el sindicato Acaip-Uso secundó este jueves la denuncia y reiteró la queja sobre la falta de personal en las instalaciones, una cuestión que vienen reivindicando desde hace meses después de que se produjeran varias agresiones a funcionarios en el último año. En ese sentido, en su queja ponen de manifiesto que «la plantilla del centro penitenciario de Cáceres viene soportando desde la resolución del concurso de traslados del 2012 una continua disminución de efectivos, motivada principalmente por la nula oferta de empleo público durante tres ejercicios, por jubilaciones que no han sido cubiertas, por una plantilla envejecida».

Cabe recordar que en septiembre la Delegación de Gobierno asumió en su momento que «el déficit de plantilla existe y que debe atajarse» y anunció la incorporación de 37 nuevos profesionales tras el último concurso de traslados, lo que reducirá las vacantes en la plantilla a 50.