Tres años y seis meses de prisión y multa de 2.550 euros son las penas que la Audiencia Provincial ha impuesto a Miguel Angel C. D.. Este fue juzgado el pasado día 13 acusado de un delito de tráfico de drogas, en la modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, del que ha sido declarado culpable y por el que se le ha condenado

Su detención, en junio del 2009, la motivó el que desde la calle eran visibles las plantas de marihuana que el acusado tenía en la terraza de la casa de su madre, donde residía, y que el 17 de junio observaron agentes de la Guardia Civil.

En el registro que los agentes hicieron de la casa, con autorización de su propietaria, encontraron tres plantas de cannabis sátiva con un peso neto de 77,49 gramos, y en una de las habitaciones de la casa, que según la madre usaba su hijo Miguel Angel, diez envoltorios con cocaína, con un peso total de 8,45 gramos, así como dos balanzas de precisión, una trituradora de marihuana y varias bolsas y precintos de similares características a los envoltorios donde se encontraba la cocaína.

Ante estos hechos, y pese a que el acusado declaró en el juicio que la droga incautada era para su consumo, el tribunal resuelve, en base a las pruebas, que "difícilmente podemos considerar que esa droga estaba destinada a autoconsumirla", y declara probado que la droga "era para transmitirla a terceros".