Por un delito de tráfico de drogas la Audiencia impuso ayer a Angel B. G. una condena de tres años de prisión. Fue una sentencia por conformidad, por lo que el juicio, que estaba previsto para las 12.00 horas de ayer, no llegó a celebrarse. El fiscal pedía una pena de 5 años, pero finalmente las partes acordaron una condena de 3 años.

Angel B. G. fue condenado por unos hechos ocurridos el 2 de noviembre del 2004, cuando fue parado en un control de tráfico cuando circulaba por la N-630, en el término municipal de Alcuéscar, y la Guardia Civil le intervino 27 gramos de cocaína y 0,24 gramos de hachís.

Por su parte, a cinco años y medio de prisión se enfrenta otro acusado de un delito de tráfico de drogas que también fue juzgado ayer en la Audiencia, justo una hora antes que el anterior. Se trata de David B. S., un interno del Centro Penitenciario de Cáceres que fue juzgado por unos hechos ocurridos la tarde del 2 de septiembre del 2003 cuando en un cacheo, realizado por los funcionarios a su regreso al centro tras haber disfrutado de un permiso penitenciario, le encontraron escondida dentro del pantalón una papelina de cocaína (0,24 gramos) y disimulado en el interior de las asas de su mochila un trozo de hachís de 4,69 gramos y ocho papelinas de mezcla de cocaína y de heroína con un peso total de 3,30 gramos.

Ayer en el juicio el acusado se declaró inocente y aseguró que la droga que le intervinieron era para su propio consumo. Pero la fiscal encargada del caso, tras hacer ver que el procesado, en aquella época, "no consumía droga", consideró que la droga era para su venta a otros internos y pidió 5 años y medio de cárcel.