Es uno de los lugares más céntricos y estratégicos para abrir un establecimiento comercial, y las ofertas así lo evidencian. La constructora cacereña Progemisa lleva meses negociando el alquiler del semisótano y el bajo del edificio modernista levantado en 1932 en la confluencia de Cánovas con San Antón, y ha recibido sucesivas peticiones. En estos momentos baraja tres propuestas bastante avanzadas. Se trata de tres cadenas de moda muy conocidas que aspiran a quedarse con los 600 metros cuadrados de espacio comercial, aunque la empresa cacereña todavía no se cierra a otras posibilidades.

La constructora adquirió el edificio para su rehabilitación y nuevo uso, pero desde un principio se negó a desaprovechar los espacios creando pequeñas tiendas, "máxime cuando esta experiencia no ha sido positiva en Cáceres", explica Alfonso Jordán, director de ventas. Por ello, la empresa se ha decantado por las referencias de grandes empresas de moda con capacidad y cifra de negocio suficiente para explotar el espacio que suman el sótano y el semisótano. Las cuatro plantas restantes se destinarán a oficinas con acabados de gama alta (bufetes, asesorías o gestorías, propias del centro), pero la reforma interior no se concretará hasta que se cierre el acuerdo con la cadena de moda, para atender sus requerimientos.

Sin embargo, este mismo mes se presentará en el ayuntamiento el proyecto de rehabilitación exterior. La constructora calcula que podría obtener la licencia en primavera, y las obras durarán ocho meses. "Respetaremos al cien por cien la fachada, incluidos los herrajes de ventanas y balcones", explica Jordán.