La boda de Rafa Nadal congregó ayer a lo más granado de la sociedad española. Los reyes eméritos y representantes del mundo del tenis y compañeros de profesión estuvieron entre la larga lista de invitados al enlace que se celebró en un complejo de Mallorca. A pesar de que el recinto permaneció en todo momento blindado por la seguridad, no fueron pocos los que quisieron aguardar en la puerta la entrada de los comensales. Curiosos, decenas de periodistas y para la sorpresa de los presentes, la tuna cacereña de Magisterio.

Los cuatro tunos cacereños, admiradores del tenista, tampoco quisieron perderse el enlace y aprovecharon un viaje que habían programado previamente a la isla para protagonizar la anécdota de la jornada. Los jóvenes ataviados con la vestimenta y los instrumentos, se convirtieron en protagonistas de las afueras del recinto y consiguieron captar la atención de los flashes en el impasse del goteo de los coches que accedían al recinto. Su objetivo, según destacaron fuentes cercanas a los cacereños, era acceder al recinto para hacerle llegar una beca bordada con su nombre y cantarle una serenata para celebrar su boda.

A primera hora de la tarde no lo habían conseguido aunque insistieron a los vehículos que entraron en el recinto . Varios turismos, dos minubuses y dos autobuses, y ninguno se detuvo. El enlace tuvo lugar por la mañana y desde la Academia de Rafa Nadal, en Manacor, salieron dos autobuses con familiares a Sa Fortaleza, lugar de la celebración. En ellos iban, entre otras personas, los tíos de Nadal, Toni (su exentrenador), Miquel Àngel (exfutbolista del Barça y la selección). También asistieron varios amigos de la pareja como los tenistas Marc López, Feliciano López, David Ferrer y Juan Mónaco, el entrenador Francis Roig, el médico Ángel Ruiz-Cotorro y los empresarios Manuel Piñera y Richard Mille. En cualquier caso se desconoce el número preciso de invitados a la boda, dado que la discreta pareja evitaron dar ningún detalle.

Aunque ayer viajaron a Mallorca, los tunos cacereños regresarán a la capital cacereña, donde a principios de noviembre celebrarán el encuentro nacional de tunas de Magisterio en Cáceres que reunirá más de un centenar de tunos de Ávila, Segovia, Burgos, Castellón, Murcia, Málaga, Sevilla y Santander. Y quizá también celebran que su regalo le ha llegado a Rafa.