La plaza Mayor se erige como punto de partida en la ruta para cualquier visitante de la capital cacereña. Por este motivo, EL PERIODICO EXTREMADURA inicia desde este espacio un recorrido por los santuarios más significativos de la ciudad monumental.

Doce de la mañana. Vecina de la torre de Bujaco, la ermita de la Paz inaugura la ruta. Primera puerta cerrada. La reja del templo impide el paso del turista a excepción de la homilía de las 20 horas del domingo.

Tras las escaleras que llevan al arco de la Estrella ya se vislumbra la siguiente parada, la concatedral de Santa María. La iglesia con la distinción más elevada de la capital se encuentra abierta al público diariamente por un precio de 1 euro.

Un euro cuesta entrar también a la a la Preciosa Sangre, situada a unos pasos de Santa María y visitable en calidad de museo.

Doce y media. Continúa el recorrido por la cuesta del Marqués, en una ruta que se bifurca en un primer camino hacia el arco del Cristo en dirección a la ermita del Vaquero o hacia callejón del moral con destino a la ermita de San Antonio. Distinta suerte les aguarda a ambas: la primera sellada y la segunda con opción a visita siempre que no sea jueves.

Así llega el turista a los vestigios islámicos de la iglesia de San Mateo, con acceso restringido de lunes a viernes. El mismo destino corren, ya fuera del recinto intramuros, la ermita de las Candelas si no es domingo y la Soledad, sin culto programado para el verano.

Por último, las calles Hornos y Gallegos advierten a la una y cuarto el final del recorrido, San Juan, también clausurada a excepción del horario de misa.

La conclusión de la ruta: 3 templos abiertos de 9, una situación ante la que los turistas reaccionan "sorprendidos" y para la que piden mayor "flexibilidad" de horarios.

Por su parte, la Diócesis Coria-Cáceres aclara que "cada parroquia gestiona su agenda de manera independiente" y justifica el problema en la "falta de personal disponible para atender las demandas de los santuarios".