Lo dejó claro la alcaldesa, Elena Nevado, el pasado martes cuando en una entrevista en Canal Extremadura Televisión aseguró que los presupuestos de 2018 se hicieron «para que pudieran ser prorrogables» en 2019. La tramitación de las cuentas del ayuntamiento para el próximo año es, concurso de la zona azul aparte, el principal asunto que queda por resolver en la legislatura y de momento el gobierno local ya ha puesto el parche ante la previsible herida.

Todavía no hay un borrador sobre la mesa de los grupos políticos, pero Nevado abrió el debate el pasado lunes, cuando recriminó a los grupos de la oposición que no hubiesen presentado propuestas de cara a su estudio antes de completarse el borrador de los presupuestos.

La respuesta que recibió de los grupos municipales del PSOE y de Podemos fue la previsible. Ambos coincidieron al recordar al gobierno que trabaje y que primero presente un borrador para empezar a hablar y será entonces cuando harán sus propuestas. Pero ni CACeresTú (Podemos) ni el PSOE respaldarán las cuentas por cuestiones de contenido y de forma. Lo ocurrido con el presupuesto de 2016, cuando una abstención del PSOE permitió su aprobación, fue una excepción que sorprendió a todos, incluso a sus protagonistas.

Por eso cuando se trata de aprobar las cuentas del ayuntamiento, las miradas se ponen en Ciudadanos, cuyo apoyo ha sido decisivo en los dos últimos años para que el gobierno del PP, que está en minoría, aprobase los presupuestos. Por ahora el portavoz de Cs, Cayetano Polo, ha hecho como hace un año. Ha empezado marcando distancias al recordar al gobierno que antes de sentarse a negociar deben estar cumplidos los compromisos anteriores alcanzados entre PP y Cs.

Las condiciones que Cayetano Polo reclama que se cumplan no estarán resueltas ni en las próximas semanas, ni en los próximos meses. Por tanto dependerá de si Cs repite la estrategia del último año (primero me distancio y luego me acerco con una propuesta como la bajada del IBI) o si mantiene las distancias con el Partido Popular en el último presupuesto de la legislatura, que además se debate a pocos meses de la cita electoral.

Gobiernos en minoría en el Ayuntamiento de Cáceres se han visto forzados a prorrogar presupuestos. Le pasó a Carlos Sánchez Polo y a Carmen Heras cuando se quedó sin el respaldo de Izquierda Unida. José María Saponi se salvó porque el empate de votos en el pleno en el que se debatía el último presupuesto de la legislatura en la que se quedó en minoría lo resolvió a su favor con su voto de calidad.

De momento la alcaldesa ya ha recordado que las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y con esta cita tan próxima en el tiempo «nadie quiere apoyar» las cuentas. Su discurso y el mantenido por ahora por el resto de portavoces de los grupos políticos suena a que los presupuestos de 2018, que ascendieron a 69 millones, se prorrogarán en 2019.