La Peluquería-Barbería Alberto vio la luz a la par que la galería. "El local era de mi padre, que abrió en 1986. Cuando se jubiló en 2013 yo se lo compré", cuenta Carlos Simón. Desde entonces está al frente del negocio en solitario. "He captado gente y también mantengo mucha clientela antigua... Tengo un cliente que viene desde Asturias solo para cortarse el pelo". Carlos estudió formación profesional, tras lo que trabajó nueve años en una peluquería madrileña que suma 116 años en funcionamiento. Además, para potenciar el local, una de las carencias de la galería, Carlos contrató un decorador. "En ese momento me di cuenta lo valioso que es. Le he propuesto a gente hacer una galería con pasos de cebra, sillas, farolas... transformarla en una especie de calle o bulevar interior, pero tendría que aportar dinero todo el mundo y es difícil".