Iván Moreno, estudiante de Magisterio Bilingüe en Cáceres, vive en un piso que le cuesta 135 euros al mes, más agua luz e internet. Afirma que la ciudad no es cara para los de su entorno, pero que podría haber más descuentos. Él mismo intenta «no gastar por gastar» y de lo que más «se corta» es de comprar ropa o de ir al gimnasio. Además, Moreno añade que la comida «se la trae del pueblo», Corte de Peleas, donde reside cuando no tiene clase. Si consigue ahorrar, lo hace porque intenta no salir en ciertas ocasiones, señala Iván. En general, en su día a día el joven busca «cupones descuento» para comer y cenar fuera, ya que no hay ofertas exclusivas para estudiantes. Esta es su manera de ahorrar, aunque dice que «a veces gastas más de lo que puedes». En Cáceres los estudiantes «pueden vivir bien pero se queda corto, mismamente en el transporte local no hay descuentos», lamenta Iván.