Los incumplimientos de un contrato tienen sus consecuencias y ayer las aplicó sin tibieza el Ayuntamiento de Cáceres cuando en sesión plenaria extraordinaria finalmente aprobó por unanimidad una sanción de 408.000 euros a la empresa concesionaria del servicio de agua, Canal de Isabel II, por reiterados incumplimientos con la ciudad, once en total. Este es el segundo expediente que el consistorio abre a la filial madrileña. Superado el segundo año de esta adjudicación del servicio, no se han subsanado las deficiencias de plantilla, medios materiales e inversiones por las que ya fue sancionada en primera instancia con 113.000 euros. Lejos se corregirse, Canal reincide en esos incumplimientos: no se cumplen con los medios personales y hay 11 puestos de trabajo menos de los que se ofertaban en el pliego, la flota de vehículos no es la acordada, existen fallos en la reposición de contadores y «lentitud» en la ejecución de las inversiones previstas. Además, no se ha presentado el plan director del servicio, no se leen bien los contadores ni se ha abierto una sede de atención al cliente en el centro de la ciudad, como así prometió la firma.

Valentín Pacheco, primer teniente de alcalde, dijo que no podía ser que a una empresa le salga más barata una sanción que cumplir un contrato y el portavoz socialista, Luis Salaya, apeló a que las concesionarias «cumplan» sus acuerdos.