La ciudad monumental de Cáceres tendrá que pasar este año, al igual que el resto de bienes Patrimonio Mundial, el examen de la Unesco. Con la intermediación del Ministerio de Cultura, encargado de coordinar el procedimiento en España, los denominados "informes periódicos" del organismo que vela por la conservación y gestión de estos enclaves --en Extremadura también están declarados como bienes culturales el conjunto arqueológico de Mérida y el Monasterio de Guadalupe-- se realizan cada seis años, a excepción de casos en los que se considere que pueden estar en peligro.

Según reseña Cultura, que incluye toda la información al respecto en su web, España presentó por primera vez los informes periódicos de sus bienes Patrimonio Mundial entre los años 2005 y 2006. Se analizaron los bienes inscritos en la lista desde 1984 hasta 1997, entre los que figura la ciudad vieja de Cáceres, declarada Patrimonio Mundial en 1986. Mérida y Guadalupe lo fueron en 1993.

Estos exámenes, precisa el ministerio, permiten al Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, con sede en París, evaluar el estado de conservación de los sitios Patrimonio Mundial. Estos informes, añade, "reportan información sobre las disposiciones legislativas y administrativas que hayan adoptado para la protección y gestión de los bienes, al tiempo que informan de las medidas que haya tomado el Estado donde tenga su sede para implementar la Convención".

Asimismo, el Ministerio de Cultura señala que estos análisis se encargan para "proporcionar una evaluación de la implementación de la Convención del Patrimonio Mundial por el Estado Parte", además de "una evaluación sobre si el Valor Universal Excepcional de los bienes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial se está manteniendo en el tiempo".

También añade que se trata de "suministrar datos actualizados sobre los bienes del Patrimonio Mundial para registrar los cambios en sus condiciones y el estado de conservación de los bienes, así como crear un mecanismo de cooperación regional y de intercambio de la información y de experiencias entre los Estados, relativo a la implementación de la Convención y la conservación del Patrimonio".

El ministerio precisa que el formato para los informes consta de dos secciones: la primera, que se refiere a las disposiciones legislativas y administrativas adoptadas por el Estado, y la segunda, que se refiere a la conservación de determinados bienes del Patrimonio Mundial situados en el territorio interesado.