Unicef ya tiene una nueva ventana al mundo, pequeña pero ilusionante, para luchar por los derechos y el bienestar de los niños de 190 países, especialmente de los más vulnerables. Ayer se inauguró la nueva sede autonómica de la ONG, situada en el nº 1 de la avenida de Alemania, a pie de calle y con amplios ventanales, un local cedido por el ayuntamiento por un periodo inicial de cinco años. Desde allí se pilotarán los proyectos en Extremadura, donde Unicef ya cuenta con 7.400 socios, un número que siempre va en aumento.

Esta organización lleva cuatro décadas en Cáceres recabando el apoyo y la solidaridad de la población extremeña, «que ha demostrado su compromiso con los niños», explicó ayer Carmelo Cascón, presidente del Comité Extremadura de Unicef. «La nueva sede nos permitirá fomentar el número de socios, fundamentales para salvar vidas, porque lo que no se puede consentir es que cada día mueran 15.000 niños en el mundo por hambre, por enfermedad, por guerra...», lamentó. «Por eso Unicef es tan necesaria y por eso la nueva campaña se denomina ‘Cierra Unicef’, aludiendo a la utopía de que esta organización no sea necesaria en un futuro», matizó.

En este mismo sentido se expresó Carmelo Angulo, responsable nacional de la ONG, que ayer se desplazó a Cáceres con motivo de la inauguración. «Diez euros en Europa no son nada, pero pueden salvar muchas vidas. En Mauritania o Nepal pueden comprar varios alimentos contra la desnutrición, varias vacunas, libros y lápices...», precisó

Desde la nueva sede se desarrollarán los proyectos de la ONG para la promoción de los derechos de los niños y la movilización de recursos, a fin de llegar a la infancia más vulnerable de diversos países del mundo, pero también de Extremadura, donde el 30% de los niños están cerca del umbral de la pobreza por la situación que ha dejado la crisis, según los datos que baraja Unicef dentro de un estudio que realiza con la Uex.

Precisamente por ello, también se reforzará la estructura en Badajoz para establecer un equipo que permita ser más efectivos en dicha provincia. Además se evaluarán otros nueve municipios extremeños que quieren convertirse en Ciudades Amigas de la Infancia, un reconocimiento que ya poseen Villanueva de la Serena y Cáceres, y que supone «que los niños están más cerca de sus ayuntamientos, que aportan sus ideas, que tienen sus comités de participación, que toman decisiones y que se les escucha», explicó ayer Carmelo Cascón.

La alcaldesa, Elena Nevado, acudió ayer a la apertura de este local y destacó la vinculación con la infancia de la capital cacereña. «Mediante la cesión del local damos respuesta a la base social extremeña que apuesta por los derechos del niño y que les da voz. Es un verdadero honor que Unicef abra sus puertas en un lugar tan céntrico y emblemático», dijo.