"Buenos días, soy el ministro de Economía de Grecia y no estoy de acuerdo con ese impuesto para luchar contra la especulación...". Esta frase no se escuchó ayer en un Consejo de la Unión Europea en Bruselas sino en el salón de plenos de la diputación cacereña, convertido en sala de sesiones y exámenes por los alumnos de Administración de Empresas en la Universidad de Extremadura.

Con una puesta en escena simila al foro donde los mandatarios europeos toman las decisiones que luego afectarán a los ciudadanos, las distintas delegaciones tuvieron la oportunidad de ir exponiendo sus posturas en asuntos como las medidas del Banco Central relativas a la supervisión de las entidades de crédito o el impuesto de transaccione financieras.

Nuria, María, Raquel y Nazaret integraron la representación española. Fue, además del examen de la asignatura de Economía de la Unión Europea del profesor Carlos Ongallo, una experiencia nueva para ellas. "Veníamos con una postura fijada en los distintos temas, pero las aportaciones de los países a veces obligan a modificarla", explicaron en un descanso de la sesión, en la que les dio la bienvenida el presidente de la diputación, Laureano León.

Más difícil lo tuvieron Oscar y Alejandro, de la delegación turca, que tuvieron que defender la admisión de su país como miembro en 2017. Para ellos, un Consejo de la Unión en imágenes poco tuvo que ver con lo que vivieron ayer. "En la práctica se ve de otra forma", afirmaron.

A la espera de las calificaciones, sí podrán conocer pronto de cerca cómo funciona un encuentro con un viaje previsto a Bruselas. Seguro que irán con la lección bien aprendida.