Mientras en Cáceres se instruía la causa judicial por presunto tráfico de drogas, y se cuestionaba a quién correspondía juzgar a los 16 detenidos por su presunta implicación en la red desarticulada, uno de los acusados colombianos, Luis Edison Correa Bejarano, para quien el fiscal solicitaba una pena de 10 años de prisión y multa de 80.000 euros, era noticia en su país. Los diarios de Colombia --como el que se incluye en esta página-- se hacían eco de su muerte, informaban que se había suicidado en su casa de un disparo durante el tiroteo que protagonizó al ser acorralado por la policía.

Además de él, ausente por fallecimiento, el único de los 16 acusados que no se personó ayer en la Audiencia Provincial de Cáceres y que, por tanto, es el único para el que no se ha dictado sentencia, es otro colombiano. Se trata de Edwin Hernando Madrigal Rengifo, para el que fiscal solicitó en su día 12 años de prisión y una multa de 120.000 euros, y para el que se ha dictado ahora orden de busca y captura.