Eran las 10.50 horas y la directora del Colegio Público El Vivero, Julia Granados, esperaba en la puerta la llegada de la consejera de Educación, Eva María Pérez. "Es una visita que le debía a este centro por petición expresa de su dirección", explicó la consejera.

Lo hizo, además, dentro de una ronda de visitas --también estuvo en el colegio Francisco de Aldana y en Donoso Cortés-- con las que la responsable regional quiere conocer la realidad de los centros educativos y para debatir con ellos la nueva ley de Educación, que se prevé llevar a la Asamblea en 2010.

Una vez acabados los actos protocolarios con la prensa, Julia Granados acompañó a su invitada al interior del centro. Saltaba a la vista que todo estaba en perfecto orden para recibirla. Dentro la esperaban miembros de la AMPA, del consejo escolar y algunos maestros del colegio. Pero antes de charlar con ellos, la consejera quería ver in situ cómo estaban los alumnos. Llamó a la puerta de 3º de Educación Infantil, allí dentro la esperaba Sofía, la maestra.

En clase había revuelo, pero en cuanto entró Eva María Pérez, los niños, que se encontraban realizando un programa de educación del lenguaje oral con la logopeda del centro, permanecieron en silencio y miraron extrañados ante la presencia de la consejera y de las cámaras. En cambio, no tardaron en lanzarse a hablar: "¿vamos a salir en la tele?", preguntaban unos cuantos. Desde ese momento no había manera de callarles.

Pérez se presentó y preguntó uno a uno los nombres de los 25 alumnos del aula, quienes, antes de finalizar la visita, le dedicaron al unísono y a capella la canción Tengo una muñeca vestida de azul a la consejera. Esa y la de Susanita tiene un ratón , y no hubo más porque no dio tiempo, si hubiera sido por ellos, su pequeña fiesta hubiera durado toda la mañana.

La consejera no tuvo la oportunidad de escuchar más canciones pero sí recibió un gran ramo de rosas de parte de Pablo y de Paula, dos alumnos de 2º de Infantil, como agradecimiento por su visita y por "darles todo lo que el colegio tiene hasta el momento", según palabras de su directora.

Hasta la próxima

Bajo los aplausos, Eva Pérez salió sonriente de la clase y se despidió "hasta la próxima". Probablemente cuando vuelva, estos niños ya sabrán leer, escribir, sumar y restar. Esa es la magia de la escuela.

La visita continuó por la biblioteca y el aula de informática, para finalizar con una pequeña reunión con algunos padres, profesores y con el consejo escolar. Ellos aprovecharon la ocasión para pedir a la Junta un nuevo edificio para el comedor escolar así como la mejora de las nuevas tecnologías del centro y una pizarra digital.

"Ha sido una muy agradable experiencia", comentó Julia Granados, "para mí, tiene un valor muy positivo el trato cercano y familiar recibido, así como su implicación en el día a día de la educación".