La Asociación de Padres del Centro de Educación Especial Proa, donde se forman 80 discapacitados, la mitad en régimen de internado, llevó ayer a cabo su primera protesta para pedir la construcción de un nuevo colegio, y lo hizo ante el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, aprovechando un acto de inauguración en Cáceres. El responsable regional dialogó con ellos y les transmitió dos cuestiones clave para sus pretensiones: el colegio se construirá en Aldea Moret, bien en su parcela actual o en otra disponible, y el asunto estará "resuelto" a final de año.

La decisión no es nueva. Rodríguez Ibarra ya anunció el 9 de marzo del 2006 la permanencia del centro en el barrio, y lo reiteró el pasado 11 de abril. Los padres siempre han querido que se barajaran otras opciones, pero Vara lo volvió a confirmar ayer. La asociación, que portaba pancartas con mensajes como ´Un centro nuevo´ , ´Solución urgente´ o ´Basta de especulación´ , no quiso valorar la respuesta del presidente. "Vamos a masticarla, a analizarla y a decidir qué hacemos, si seguimos o no con las protestas", declaró la directiva.

"AISLADOS Y OLVIDADOS" Y es que la permanencia en Aldea Moret nunca ha convencido a la asociación, que ayer insistía en pedir "un colegio en un lugar accesible e integrador, porque nuestros hijos ya han estado demasiado tiempo aislados y olvidados". Aun así, el colectivo siempre ha aclarado que no tiene "nada contra el barrio, sino contra la ubicación, muy separada".

Además, los padres albergan algunas dudas: "La parcela actual pertenece a Caja Extremadura y se conoce su interés por recuperar el terreno. Y sobre todo, nos parece una locura mantener a los alumnos discapacitados psíquicos en el mismo colegio mientras las obras duran años a su alrededor, sería muy perjudicial". La asociación también recuerda que la segunda parcela barajada para el nuevo colegio en Aldea Moret, situada en la zona de Río Tinto, "ya fue descartada por los técnicos de la Junta, según pudimos saber".

Por otra parte, el colectivo de padres se encuentra molesto por las palabras que pronunció la alcaldesa al conocer su decisión de iniciar movilizaciones. En concreto, Carmen Heras hizo hincapié en que existen "unos plazos" a la hora de abordar este tipo de proyectos y en la necesidad de actuar de acuerdo con la "legalidad". Según los padres, "nuestra asociación no admite declaraciones por las que el ciudadano pueda entender que realizamos reivindicaciones ilegales, precisamente porque la Junta decidió hace mucho tiempo, como reconoce la misma alcaldesa, construir otro colegio nuevo".

A través de un escrito, los padres insisten en que casi dos años después de este compromiso, "ni siquiera se ha concretado dónde irá ubicado. Es por eso que no estamos nerviosos, estamos cansados del silencio de la administración y de la utilización de esta situación por parte de entidades que nada tienen que ver con nuestros hijos", afirmaban hace pocos días tras conocer la respuesta de Heras. Tampoco entienden "qué tiene que ver el nuevo plan urbano al que alude la alcaldesa con el nuevo colegio, pues hay parcelas de uso docente y no necesitamos ninguna modificación del plan, y por supuesto nunca hemos pedido que se salten las normas".

"IMPOTENTES" Por todo ello, los padres aseguraban en su escrito sentirse "indignados con el trato que estamos recibiendo e impotentes ante la indiferencia que están padeciendo nuestros hijos", al tiempo que insistían en las crecientes deficiencias del colegio actual, con 40 años de trayectoria: "Está totalmente obsoleto. Solo reivindicamos un centro digno de educación especial ya".

Finalmente, en el escrito destacan que las instituciones "siempre" dijeron que primarían el interés de los niños en el proyecto. También recuerdan que el ayuntamiento "debe" hacerse cargo del mantenimiento, limpieza y seguridad del centro, "igual que hace con todos los colegios públicos excepto Proa".