Cáceres ve pasar muchos aviones a diario... pero por el cielo. Los numerosos intentos que se han sucedido para dotar a la ciudad de una infraestructura aérea, incluidos hasta cuatro proyectos de aeropuerto (unos más difusos y el último incluso de categoría internacional), han abortado sus vuelos uno detrás de otro. El aeródromo proyectado en la zona de los Arenales podría ser, por fin, el logro de una quimera de altos vuelos. Y resulta curioso, porque Cáceres llegó a ser escala de una línea regular de pasajeros (Madrid-Lisboa) en los años 30, cuando la Segunda República inauguró el campo de aviación (actual ferial). En pleno siglo XXI, España cuenta con más de cien campos de vuelo y ninguno está en Cáceres.

Durante la Guerra Civil, la ciudad continuó con su actividad aérea, eso sí, militar, al convertirse en una de las bases de operaciones de la Luftwaffe hitleriana y de una escuadrilla de cazas italianos Fiat-Chirri. Acabado el conflicto, el campo de aviación se utilizó como campo de emergencia y se dejó escapar el proyecto de la escuela de cazas, que se instaló en Talavera la Real (Badajoz).

A falta de actividad, comenzó a funcionar como recinto ferial. Desde 1975, la Dirección General de Aviación Civil inició expropiaciones en La Cervera, un enorme llano a 15 kilómetros hacia el sur de Cáceres, junto a la N-630, para habilitar otro campo de vuelo con la pretensión de convertirlo en un aeropuerto. Un año después, la Diputación de Cáceres estaba metida de lleno en el proyecto y se hablaba por primera vez de dotar a Cáceres de una terminal en La Cervera, puesto que la zona reunía todas las condiciones. La institución provincial construyó una pista de 600 metros y la amplió a 1.400, y se introdujeron suministros de agua y electricidad. Sin embargo, el accidente aéreo de Tenerife paralizó el proyecto.

Ya en la década de los 80 se hablaba de crear en el mismo espacio un aeropuerto de tercer nivel, que tampoco prosperó. Finalmente, en 1988 comenzó a utilizarse como campo de vuelo mediante un permiso concedido por la Diputación Provincial a la Asociación Experimental de Aviación. La Cervera continuó utilizándose así durante largos años, pero ni siquiera prosperaron los intentos de darle el rango de aeródromo pese a exigir unos trámites y una inversión asequibles (las instalaciones ya estaban hechas).

Adiós al campo de vuelo

El ayuntamiento retomó la iniciativa en 2004 avalado por un estudio de la Cámara de Comercio. El entonces alcalde, José María Saponi, anunció que tras las elecciones entablaría contactos con Aviación Civil para lograr la cesión de La Cervera y convertirlo primero en aeródromo (vuelos diurnos con aviones de hasta 15 plazas), y luego en aeropuerto de tercer nivel (apto para vuelos interiores de pasajeros y mercancías). Meses después, la Junta de Extremadura desveló que proyectaba un aeropuerto, pero no se ofrecieron más detalles. La realidad fue que La Cervera dejó de utilizarse incluso como campo de vuelo por un grave accidente.

En 2006 se dio a conocer la iniciativa más ambiciosa. El presidente extremeño Rodríguez Ibarra anunció la creación de un aeropuerto internacional alimentado por líneas de bajo coste, un modelo que potenciaba otras terminales en Ciudad Real, Castellón o Murcia. Los cacereños se imaginaban a un paso de Europa. En 2008 se desveló su ubicación: entre Aldea del Cano y Casas de Don Antonio, cerca de la A-66 y del AVE, a 17 kilómetros de Cáceres. La inversión se cifraba en 150 millones de euros y había una previsión de 2.500 empleos. Caja Extremadura promovería el proyecto, respaldado por la Junta.

Un final previsible

La ilusión se esfumó en solo un año. Con la crisis económica agudizándose, y con los recortes ya sobre la mesa de las instituciones, la Junta anunció en 2009 que el aeropuerto quedaba "congelado", aunque no se renunciaba a una instalación similar en un futuro tal y como estaba diseñada.

Ya en 2010, la Fundación Cáceres Capital dio a conocer una propuesta más modesta y por tanto más viable, que a su juicio vendría a resolver las auténticas necesidades que por el momento presenta Cáceres: un aeródromo muy próximo a la ciudad, junto al Hotel Palacio de Arenales. Hay proyecto, hay terrenos y hay permisos. Solo falta la eterna cuestión: 2,7 millones de euros. Esta es la cantidad que separa a la ciudad de sus sueños aéreos.