Los residentes se han convertido en los máximos defensores del recorte del número de tarjetas que permiten el acceso de vehículos al recinto amurallado y a algunas calles adyacentes. Ayer se mostraron muy favorables a la medida anunciada el lunes por el ayuntamiento y avanzada por este diario, que pretende eliminar antes de fin de año al menos 200 tarjetas de las 700 que se encuentran en circulación, por entender que se ha cometido un "dispendio". "Aquí se ha permitido pasar a todo el que ha querido, es un coladero", denunciaba ayer mismo el concejal de Tráfico y Seguridad, Carlos Jurado, desde la zona intramuros.

El edil realizó estas declaraciones justo después de finalizar la Comisión de Movilidad Urbana y Seguridad Ciudadana, en la que todos los partidos --PSOE, PP, Foro Ciudadano e IU-- votaron a favor del recorte por unanimidad. "Agradecemos este apoyo honesto y ahora vamos a elaborar una propuesta definitiva de las tarjetas a restringir, que volverá a la comisión con la mayor celeridad", explicó Jurado, quien hizo una llamada a la calma e insistió en que antes se dialogará con vecinos, hosteleros y otros sectores afectados. "No se trata de fastidiar a nadie, sino de hacer lo mejor, de potenciar los valores del casco antiguo y ordenar el tránsito y el aparcamiento. La declaración de Patrimonio de la Humanidad no puede ser un problema para los vecinos", dijo.

LAS PIÑUELAS, EN ABRIL Jurado recordó que ahora mismo existen 700 tarjetas pese a que los residentes son 360 y los industriales entre 30 y 40. También avanzó que se está realizando un censo exhaustivo al respecto, ya muy avanzado, y que la previsión es desactivar todas las tarjetas para volver a activarlas conforme a las nuevas normas. Recordó que solo de manera excepcional se permitirá el acceso a quienes no tengan pase, "como los novios de una boda". El primer recorte está previsto a principios de abril en Las Piñuelas.

Las dos asociaciones vecinales implicadas, Ciudad Monumental y Zona Centro, expresaron ayer su apoyo. "En realidad llevamos años luchando por esto. La parte antigua se ha convertido en una zona de paso para acortar el camino entre distintos puntos de la ciudad, y en un recinto para aparcar cerca de otros sitios. De hecho, hay tantas tarjetas que los nuevos vecinos no tienen ninguna desde hace dos o tres años, porque el ayuntamiento ya no da más", lamentó ayer el presidente de la Ciudad Monumental, Luis García. A su juicio, se ha producido un agravio comparativo: "Por aquí pasa todo el mundo y nosotros sufrimos las complicaciones diarias".

PIDEN MAS CONTROL García también apoyó el proyecto del ayuntamiento de asignar un estacionamiento fijo a cada usuario de tarjeta, pero antes, afirmó, "sería adecuado que simplemente se cumpliera la ley, porque siempre hay coches en el Museo Provincial, en Santa María, en los adarves, en las aceras, por todos lados, y no son de los vecinos. La gente sabe que no le multarán, por tanto aparcan donde quieren. Si esto se controlara, ni siquiera entrarían en busca de un hueco", explica. En su opinión deberían habilitarse zonas de carga y descarga para que vecinos y hosteleros pudieran dejar la compra o la mercancía cerca de sus ubicaciones.

"Es cuestión de cambiar la mentalidad, de cuidar el casco antiguo como otras ciudades patrimonio, de circular solo en casos estrictamente necesarios y no intentar colarse para hacer recados en las instituciones que tienen aquí su sede", concluyó.

Por su parte, la presidenta de Zona Centro, Roser Gruart, calificó ayer de "estupenda" la supresión de tarjetas pero solicitó "que se respeten las de los residentes, porque debemos tener acceso a nuestras viviendas y no podemos estar sufriendo las consecuencias de que se hayan dado más de las debidas". También pidió que se aproveche la ocasión y se traslade el control de la entrada de la plaza de la Concepción al inicio de Ezponda. "Lo solicitamos desde hace años para que puedan acceder las numerosas personas que tienen su garaje en esta plaza, y para que los conductores puedan salir de la zona sin dar una vuelta hasta San Blas, incluso mucho mayor cuando cierran la plaza del Duque". Roser Gruart añadió que esta petición "es racional" y "factible" según los profesionales consultados. "Además, se reducirían bastantes tarjetas", dijo.