Los vecinos de Aldea Moret ayudan a detener a los autores de los robos en vehículos que se han registrado en la barriada en los últimos dos meses. Como publicara este diario, los ladrones destrozaban los coches para llevarse los objetos que había en su interior, tanto enseres personales (sobre todo prendas de ropa y complementos) como material tecnológico. Hay medio centenar de personas afectadas, aunque solo una veintena ha presentado denuncia a la Policía Nacional, el resto no lo ha hecho por miedo a represalias de los autores, ya que se trata de vecinos del propio barrio.

Como los incidentes se sucedían casi a diario los afectados decidieron organizarse para poner en marcha patrullas ciudadanas e intentar localizar a los autores. Vigilaban a escondidas, para evitar ser descubiertos por los autores. Aseguraban que tenían miedo, de hecho, algunos de los afectados tomó la decisión de marcharse del barrio por temor a que los incidentes llegaran a más. Ante esta situación la Policía Nacional intensificó su presencia en la zona para conseguir frenar este tipo de robos.

Precisamente la declaración de los afectados y de los testigos ha sido clave en la identificación de los presuntos culpables. También las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona. Los incidentes se concentraban principalmente en las calles Jesús Nazareno, Volga, Elba, Rhin y aledañas. Gracias a la información aportada por las víctimas la Policía Nacional logró localizar y detener a uno de ellos. Después el grupo de delincuencia urbana, que se ha encargado de la investigación, solicitó autorización al juez para registrar su domicilio. Aquí fue donde se consiguió arrestar al segundo autor de los hechos. Además, en el interior de la vivienda se encontraron numerosos objetos que habían sido sustraídos de los vehículos que habían robado.

ROMPÍAN LOS CRISTALES / El modus operandi era siempre el mismo: Utilizaban un objeto contundente (normalmente una piedra) para reventar uno de los cristales del vehículo (habitualmente el de una de las puertas). Así lograban acceder al mismo y llevarse todo lo que había en su interior. Lo hacían de madrugada (según manifestaron a este diario los vecinos, entre las dos y las tres de la mañana), aprovechando que las calles en esos momentos están vacías. Después huían rápidamente del lugar para evitar ser descubiertos. Se les imputan, de momento, el robo en 14 vehículos diferentes.

Los detenidos, que son hermanos, tienen 20 y 21 años y cuentan con antecedentes penales por hechos similares. Sobre uno de ellos pesaban además dos requisitorias judiciales, una de ellas para el ingreso en prisión precisamente por haber cometido delitos de robo. Por esta razón, al ser puestos a disposición de la autoridad judicial, el juez decretó su ingreso en prisión. El otro se encuentra el libertad con cargos.

La policía ya ha llamado a las víctimas que denunciaron los hechos para devolverles las pertencencias que han sido localizadas. «Nos llevaron a una sala que tienen en la comisaría donde tenían todos los objetos que habían recuperado. Lo único que me han devuelto es una gorra que se llevaron de mi coche, pero allí había de todo, radios, pendrives, ...», explica a este diario una de las afectadas que prefiere mantenerse en el anonimato. Asegura que, desde que este periódico se hiciera eco del problema, no han cesado los robos, aunque sí se ha notado una mayor presencia policial.

Las víctimas no quieren dar la cara porque los presuntos ladrones residen en el barrio y temen que se ensañen con ellos por haberlos denunciado. De hecho, según aseguran los propios vecinos, los detenidos no solo se dedican a cometer este tipo de robos, sino que también intentan ocupar las viviendas que se encuentran vacías, a las que también acceden por la fuerza.

TAMBIÉN EN LA MADRILA / Los vecinos de Aldea Moret no han sido los únicos que han denunciado el destrozo de vehículos en los últimos meses. También lo han hecho los de La Madrila, que aseguran que aparcar los coches en la barriada es «un auténtico peligro». En este caso los destrozos se producen en la zona de copas, de madrugada y los fines de semana. Por la mañana sus propietarios se los encuentran dañados (retrovisores rotos, puertas abolladas, ...) o incluso destrozados por colisiones.

Los peores días, según indican los afectados, son los jueves y los sábados por la noche porque al día siguiente se cuentan por decenas los coches que aparecen dañados. A más de uno se lo han destrozado en más de una ocasión. Y el problema no cesa.