Los vecinos de la avenida de la Bondad aseguran que llevan aproximadamente diez años quejándose del ruido y «pésimas condiciones» en las que el barrio se encuentra debido a la presencia de un grupo de personas, algunos del barrio, que se instalan en las calles prácticamente desde las tres de la tarde hasta altas horas de la madrugada, y allí fuman, beben y consumen sustancias estupefacientes.

«Esto es un problema muy grave y un perjuicio verdaderamente serio, antes venían muchos estudiantes a alquilar pisos por la zona y ahora es imposible en cuanto ven el panorama», afirma uno de los dueños de los establecimientos cercanos.

La sensación generalizada es de impotencia: «A veces se ponen agresivos si creen que les estás mirando», recalca una de las vecinas. Otro de los vecinos explica que después de que acuda la policía local, «ellos siguen haciendo lo mismo, vuelven a conseguir alcohol, y para colmo aumentan las broncas, porque culpan al vecindario de haber llamado a los agentes».

Los propietarios de algunos de los establecimientos han presentado recogida de firmas al ayuntamiento para que se pueda poner fin a la situación pero, hasta el momento, aseguran que no hay mejoras.