Un sondeo realizado por EL PERIODICO entre las asociaciones de vecinos revela el rechazo unánime a la subida del agua, aprobada en septiembre, como consecuencia de la revisión anual del contrato entre el ayuntamiento y Canal de Isabel II, empresa que gestiona el abastecimiento y la depuración del agua. El incremento del 6,6% en el recibo del último bimestre --0,48 euros (79,86 pesetas) por metro cúbico para domicilios y medio punto más para usos industriales y comerciales-- sitúa a Cáceres como la segunda ciudad extremeña con el agua más cara, sólo por detrás de Badajoz.

La asociación vecinal de Santa Lucía, en Aldea Moret, ha sido la más crítica. Su presidente, José María Durán, considera que Canal de Isabel II "da un peor servicio y más caro", y estima que la subida es "abusiva", porque, añade, "los usuarios pagan las mejoras que tiene que hacer la empresa concesionaria en la red".

SIN CONSULTA PREVIA

Alfredo Escribano, representante de Los Castellanos, valora que el incremento "es una barbaridad". Argumenta que éste dobla el IPC previsto y critica que el ayuntamiento no les ha consultado la decisión. Escribano cree que la subida en la factura supondrá un fuerte incremento al año en los gastos de agua por familia.

El barrio de Las 300 también se muestra contrario a la subida, que considera "exagerada", según el presidente del colectivo vecinal, Manuel García Jarillo. "El 6% me parece demasiada cantidad. Si se hubiera subido un dos o un tres, no se habría notado tanto", subraya este responsable, para quien Cáceres es una de las ciudades españolas con el agua más cara. En la misma dirección apunta la presidenta de La Mejostilla, quien insiste en los problemas que provoca en los electrodomésticos el alto nivel de cal y magnesio del agua del Calerizo. María Jesús Guerrero estima que cada vecino gasta 360 euros al año (60.000 pesetas) en reparaciones.

Por su parte, Manuel Díaz Lindo, portavoz de los vecinos de San Pedro de Alcántara, justifica la subida "siempre que sirva para que la red esté bien preparada", mientras que Paquita Bejarano, presidenta del residencial El Arco, se muestra contraria porque "un 6% es mucho".

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