Los vecinos de la zona monumental mantuvieron ayer un encuentro en el museo para definir acciones y reclamar que se retiren las tuberías con plomo del barrio. En ese sentido, los residentes pedirán al ayuntamiento que mantenga «el compromiso» del anterior equipo de gobierno para sustituir las acometidas y exigirán también que se depuren responsabilidades por la «pasividad» a la hora de cumplir la ley. La normativa prohíbe desde 2012 que haya tuberías con plomo en las ciudades. Los organismos oficiales establecen un mínimo en el agua pero Organización Mundial de la Salud establece que no hay nivel tolerable y advierte de sus consecuencias negativas para la salud ya que el cuerpo humano no es capaz de asimilar el metal.