El miércoles 31 de enero de 2018, este diario informaba del inicio de unas obras para construir una gasolinera en el espacio comercial del barrio de El Vivero. Los vecinos se enteraban entonces de la nueva instalación, de la que, hasta ese momento, no tenían ninguna información. Ese día, el tema era la comidilla en las cafeterías y bares del barrio, así como en el propio supermercado promotor de la instalación, donde sus trabajadores decían no saber nada al respecto. En estas conversaciones de vecinos, comenzaron a surgir las primeras críticas al proyecto, que se materializaron esa misma semana con la reunión de los propietarios interesados y la decisión de constituirse en plataforma o asociación vecinal. Por este mismo diario, pudieron seguir informándose de cómo iba a ser la instalación: sería del tipo ‘low cost’, estaría parcialmente atendida (de 7.00 a 23.00 horas), constaría de cuatro pistas de suministro de combustible y de un lavadero de coches. Además, la empresa promotora informaba de que crearía seis nuevos puestos de trabajo. También se informó de que algunos vecinos estaban a favor de la instalación de la gasolinera y de que el Ayuntamiento de Cáceres, a través de su alcaldesa, Elena Nevado, señalaba que el proyecto era seguro y contaba con toda la cobertura legal. También se recogieron las reacciones de los grupos políticos municipales y las impresiones de una profesora de Ingeniería química y ambiental, especialista en el estudio de la repercusión de las gasolineras en la calidad del aire. Ahora son los vecinos quienes han convocado una rueda de prensa para informar de las futuras acciones que van a llevar a cabo.