Hosteleros y vecinos apoyan las medidas que planea el ayuntamiento para evitar que los botellones se repitan en octubre próximo durante el festival Play Cáceres, que ha programado 25 conciertos repartidos en cuatro fines de semana. La convocatoria musical, organizada por la Consejería de Cultura y Turismo, se repetirá todos los viernes y sábados en dos escenarios junto a las escaleras del Arco de la Estrella y el Foro de los Balbos y reunirá en la capital cacereña a figuras como Diego El Cigala, Carlihnos Browm, Chambao, Raimundo Amador, Orishas, Estrella Morente y Dulce Pontes, entre otros.

La preocupación por que se repita la misma imagen que en ediciones anteriores del Womad, durante las que se han permitido los botellones , ha llevado al gobierno local a diseñar un plan para intentar frenar sus consecuencias. Entre las principales medidas que se están estudiando figuran el control de los accesos a la plaza Mayor por la policía local para evitar la entrada de bolsas con bebidas y un pacto, aún por negociar con los hosteleros, para rebajar el precio de las bebidas y que todas se sirvan en envases de plástico.

Hosteleros y portavoces vecinales consultados por este diario coinciden en la necesidad de evitar las botellones durante las noches de los conciertos, aunque reconocen las dificultades que entraña esta medida. Roser Gruart, presidenta de la asociación de vecinos Zona Centro, opinó que la idea municipal es viable, siempre y cuando se incremente la vigilancia policial que, según ella, no ha existido en anteriores festivales en la plaza. "En el Womad no se ha visto a la policía", subrayó la representante vecinal, que dejó claro que la situación puede cambiar si se ponen los medios y se anuncia con antelación que se va a prohibir la entrada a los botelloneros . Gruart apoyó también el festival como baza para lograr el 2016.

MAS POLICIA En la misma dirección se expresó Luis García, presidente de los vecinos de Ciudad Monumental, que pidió que se dé participación a los residentes del casco antiguo en este plan para erradicar los botellones . García Marín apuntó que hace falta "policía estática y en movimiento" para multar a los que también consuman alcohol en las calles del entorno de la plaza. El portavoz vecinal hizo hincapié en que la vigilancia policial también tiene que extenderse a las zonas que sirven como meaderos y puso como ejemplo la calle Ríos Verdes, en las traseras de la plaza, como en el pasado Womad. Sin embargo, García, que también regenta un bar en la parte antigua, se mostró contrario a bajar los precios como formar de reducir las concentraciones en torno al alcohol y opinó que se trata de "una medida política de cara a la galería" que no está dispuesto a negociar.

Por su parte, Manuel Rey, de cafetería Cáceres, también se opuso al pacto para fijar precios populares y se mostró partidario de que la policía local controle los accesos para evitar la entrada de público con bebidas a la plaza Mayor. "Voy a poner los precios establecidos pero, si mis compañeros acceden a bajarlos, yo también lo haré", matizó.