Gregorio Talavera (Cáceres, 1940) afronta desde el viernes su cuarto mandato como presidente de la Asociación de Vecinos Llopis Ivorra. Los 72 asistentes a la asamblea extraordinaria, celebrada para renovar la junta directiva del colectivo, eligieron por mayoría la candidatura de Talavera, que obtuvo 69 votos, frente al único candidato alternativo, Luis Sánchez, que consiguió tres votaciones a favor, según informó ayer el recién reelegido presidente.

Gregorio Talavera lleva ya doce años en el cargo. Sustituyó en el mismo al fallecido Francisco Ceballos y ayer expresaba su alegría por poder seguir al frente de la asociación de vecinos "para continuar trabajando por la barriada", dijo. "Hubiera sido una pena que, con lo que queda por hacer, entrara otro a continuar el trabajo. Estoy muy contento de seguir", declaró.

LOS PROBLEMAS DE LLOPIS Son "muchas las necesidades" que tiene Llopis Ivorra, según Gregorio Talavera. Esta barriada, que da cobijo a 1.646 familias, es la más antigua del sur de la ciudad. El próximo año se cumplirá medio siglo desde que se pusiera la primera piedra para la construcción del barrio por mediación del obispo del que recibe el nombre.

El medio siglo empieza a pesar, sobre todo en algunas infraestructuras de la barriada que se han quedado obsoletas. La principal es la red de abastecimiento de agua. Gran parte del barrio sufre hace tiempo falta de presión en los grifos, que impide el funcionamiento correcto de electrodomésticos o duchas.

"Es el problema más grave que tiene ahora el barrio", reconoce Talavera. El ayuntamiento se ha comprometido con el líder vecinal a que antes de verano se iniciarán las obras para mejorar la red general, aunque los vecinos tendrán que afrontar por su cuenta la renovación de las tuberías interiores de las casas.

La avenida de la Bondad es otra de las mejoras pendientes. Está en un estado "tercermundista", valoró el presidente. "Necesita nuevo acerado, jardines y mobiliario y los vamos a pedir", anunció.