El regreso de los universitarios, la resurrección de la movida y la reapertura de los bares a las 6.00 han colmado la paciencia de los vecinos de La Madrila, cansados de soportar ruidos. Los inquilinos del bloque 2 de la calle Santa Teresa de Jesús y del edificio 6 de Doctor Fleming (con traseras a la plaza de Albatros) han decidido poner la situación en manos de un abogado la próxima semana, como ya hicieron en su día los residentes de los bloques 3 y 5 de Hernán Cortés.

Los afectados denunciarán al ayuntamiento por consentir que ciertos bares que realizan actividades de categoría especial (tipo F) tengan licencia de bar normal (C) y puedan reabrir de madrugada, sin cumplir siquiera las condiciones de su categoría (venta de bebidas, cafés, tapas, bocadillos...).

El presidente vecinal de La Madrila, Miguel Salazar, lamentó ayer que la situación haya llegado a este extremo. "Los hosteleros que abren de madrugada saben que se están burlando de la ley. El ayuntamiento dijo que iba a tomar cartas en el asunto con expedientes sancionadores y retirada de licencias, pero los vecinos se han cansado de esperar", declaró.

Salazar culpó del problema a la falta de diálogo entre la Junta y el ayuntamiento, "porque llevan mucho tiempo lanzándose acusaciones en lugar de sentarse y estudiar el problema". El presidente instó a las instituciones a buscar soluciones definitivas. "Al final quienes sufrimos las consecuencias somos los vecinos", dijo.

Los bares de La Madrila reabrieron sus puertas en la madrugada del jueves tras una masiva fiesta universitaria en el ferial. El ambiente estuvo mucho más calmado el viernes, quizás por el puente del Pilar, con sólo unos grupos de botellón en el recinto.