Los vecinos pidieron ayer un radar y las autoescuelas una mejor señalización para reducir la velocidad en el tramo del cementerio, tras el accidente que costó la vida en la madrugada del pasado domingo a una motorista al chocar contra un turismo. El gobierno local respondió que estudiará si adopta medidas en la zona.

En este sentido, el concejal de Movilidad Urbana, Carlos Jurado, aseguró que tiene previsto encargar un informe al Gabinete Técnico de la policía local para que determine si es necesario aplicar "medidas correctoras".

La respuesta municipal se produjo a raíz de la muerte de María Julia Gamero, de 45 años y vecina de la barriada de Pinilla, adonde se dirigía cuando ocurrió el suceso tras acabar su jornada de trabajo en una bocadillería de Gómez Becerra. La mujer recibió sepultura ayer por la mañana en la capital pacense, de donde era natural. Estaba casada y tenía un hijo.

La asociación de vecinos de San Blas, zona más cercana al lugar del siniestro, solicitó ayer al ayuntamiento que instale un radar en el tramo de las curvas del cementerio con el objetivo de prevenir los excesos de velocidad. El presidente vecinal, Juan Manuel Hernández, se mostró partidario de esta solución y recordó que en esta zona ya se han registrado otros accidentes. "Los conductores levantarían automáticamente el pie del acelerador", subrayó este portavoz, que no es partidario de colocar desaceleradores en la calzada.

Sin embargo, Jurado recordó que antes de tomar cualquier decisión es necesario determinar previamente las causas que provocaron el accidente. La policía local insistió ayer en que el conductor del turismo, de 24 años, invadió el carril contrario e impactó contra el ciclomotor, una Peugeot Scooter que bajaba por la avenida en dirección al cruce de Pinilla. Fuentes de la jefatura de la policía volvieron a confirmar también que el automovilista dio negativo en la prueba de alcoholemia.

Aunque la policía local no pudo ayer dar cifras de accidentes registrados en esta zona, el concejal indicó que "no es la primera vez" que ocurre un siniestro y recordó que se trata de un tramo "con curvas cerradas en las que es bastante fácil meter una rueda en el otro carril". Jurado sugirió que se instale una mediana aunque insistió en que deben ser los técnicos de la policía local los que determinen si es necesario tomar alguna medida.

Sin embargo, el jefe de la policía local, Emeterio Corchado, no compartió esta solución ni tampoco que se coloquen desaceleradores en las curvas del cementerio porque entiende que los tres semáforos instalados en la avenida de las Delicias son suficientes. "No podemos ponerle a los conductores más obstáculos de los ya tiene con los semáforos. Es una zona que no registra más accidentes que otras", asegura Corchado, que no cree que los conductores circulen a velocidad excesiva por esta vía porque, afirma, con la distancia que hay entre semáforo y semáforo "no pueden coger velocidad. Lo que podemos evitar es que ocurra una desgracia y un conductor se despiste y se meta en el carril contrario", afirma.

Sin embargo, no vio con malos ojos que se puedan colocar nuevas señales en la avenida de las Delicias para advertir a los conductores de la peligrosidad de las curvas. Recordó que ya existen otras zonas que sí son más problemáticas como el cruce de la Fuente Luminosa, donde ya se han registrado siniestros y en el que el ayuntamiento tiene previsto colocar señales luminosas o semáforos.

ALTERNATIVAS Por su parte, Antonio Campos, vocal de la asociación de autoescuelas en Cáceres indicó que antes había señalización horizontal en las curvas del cementerio con limitación a 40 kilómetros hora. "Tendrían que pintarla de nuevo o instalar un radar. Es una zona peligrosa cuando llueve", subrayó.

Sin embargo, dejó claro que no es partidario de que se construyan ni pasos de peatones elevados ni desaceleradores porque pueden sorprender a los conductores que no conocen la zona donde ocurrió el accidente e insistió en la necesidad de actuar en este tramo por la velocidad que adquieren los vehículos.

Asimismo, Campos puso como ejemplo las dificultades que tienen sus alumnos para no superar los 40 kilómetros por hora cuando el vehículo baja hacia el cruce de Pinilla.