También los vecinos se han sumado a la batalla judicial en que se encuentra inmersa la movida cacereña. En este caso la lucha, contra al menos diez establecimientos de copas, está dirigida a defender su derecho al descanso.

De los diez procesos iniciados dos ya están resueltos --el de los bares Justo y Gambrinus-- a favor de los vecinos; y el resto está en trámite.

Entre éstos se encuentran los problemas de ruidos ocasionados por Café Cantante y Rita que las comunidades de propietarios Virgen de Guadalupe y Hernán Cortés han puesto en manos de un letrado; o la vía legal a la que los vecinos han decidido acudir para evitar el cambio de licencia de bar normal a discoteca que han solicitado locales como La Continental, El peso del pecado, Vieja Trova, Ivanhoe o La Calle.

La intención de los vecinos directamente afectados por la movida, cansados ya de las graves molestias que sobre todo por el ruido les causan los locales de copas, es la de frenar en los juzgados los cambios de categoría de los bares.