Los vecinos del Wok han parado los trabajos de refuerzo del edificio porque no pueden pagarlos. Se trata en concreto de las 28 familias del número 52 del inmueble de Alcoresa, que se encuentra justo encima del restaurante asiático cuyo techo se derrumbó hace ahora un año, la mediodía del 11 de abril del 2012 cuando comían en su interior 60 personas y dejando dos heridos.

Tras el accidente, el ayuntamiento pidió un informe a arquitectos sevillanos para valorar los daños de los edificios número 46, 48, 50, 52 y 54. En el caso del 52 el documento concluía que era necesario reforzar las plantas superiores, un forzado de separación entre viviendas, además del refuerzo del Wok y de dos locales de la planta baja, el de las bombas de piscinas y la iglesia evangélica (ninguna de estas actividades se desarrolla ya en el edificio; todos los locales del inmueble están vacíos a excepción del Pizza Móvil).

MAYORES Y EN EL PARO En total el proyecto asciende a 110.000 euros, que los vecinos deben sufragar en seis meses en cuotas de 651 euros. Han pagado cuatro meses, pero no pueden más y aseguran estar ahogados. "Hemos tenido que suspenderlo, no podemos seguir pagando. En el edificio hay muchas personas mayores cuya pensión es mucho menor que las cuotas que tenemos que pagar y otros muchos, que están en paro, se están gastando los ahorros guardados para los estudios de sus hijos, los ahorros de toda una vida", indican a este diario los afectados, que aseguran que han llegado a pensar en "darle las llaves de nuestras casas al ayuntamiento y que haga con ellas lo que quiera".

Se quejan, además, de que el ayuntamiento ha ordenado la ejecución subsidiaria de los trabajos después de que los vecinos remitieran un escrito en el que explicaban que no podían seguir haciendo frente a las obras y que necesitaban tiempo para reunir más dinero: "¿Qué comprensión hay por parte del ayuntamiento? ¿No velan por el bienestar de los ciudadanos? Nos están arruinando sin darnos ninguna ayuda", protestan. Este edificio fue el que más sufrió con el accidente. Tres de sus familias fueron desalojadas de sus viviendas; dos de ellas pudieron volver pero aún queda una casa vacía.

Por otro lado, los vecinos han iniciado un proceso contencioso-administrativo contra el ayuntamiento porque sus técnicos consideran que no es necesario el refuerzo de separación entre viviendas. "Nosotros estamos tranquilos en nuestras casas. Nuestros técnicos dicen que no hay problemas de seguridad, de hecho en nuestro edificio no hay ni una sola grieta", aseguran.

En cuanto al restaurante, sigue exactamente en las mismas condiciones que hace doce meses, cuando un exceso de hormigón hizo que se desplomara el techo y por consiguiente el suelo del patio interior del edificio (ambos son colindantes). Salvo una diferencia, la comunidad de propietarios ha tapado el agujero con una uralita para evitar que el interior del establecimiento se deteriorara aún más (ha estado meses al aire libre y el agua de la lluvia ha destrozado el local, lleno de suciedad). Tampoco se ha aclarado aún quién es el responsable de lo que sucedió, si la comunidad de Alcoresa, los dueños del local o los propietarios del Wok.

El accidente afectó también a los demás bloques de Alcoresa. En el número 46 el ayuntamiento exigió la presentación de un proyecto técnico de sustitución de la cubierta del local destinado a bar y la emisión de un informe de evaluación cuantitativa del forjado. Lo primero se ha llevado a cabo y está pendiente del inicio de las obras. Lo segundo está en fase de ejecución subsidiaria. Y en el 48 y 50 se realizan las obras de refuerzo ordenadas por los técnicos municipales.