"Los vecinos están indignados". Así de tajante se muestra la presidenta de la asociación de vecinos Zona Centro, Roser Gruart, cuando explica cómo se sienten los residentes de la calle Margallo tras la instalación de una cámara de control de acceso a la ciudad monumental en la plaza de la Concepción, que les impide llegar con sus vehículos hasta sus viviendas.

Ayer mantuvieron una reunión con el concejal de Policía Local y Seguridad Vial, Rafael Mateos, pero salieron igual que entraron. Los vecinos solicitan que la cámara, en lugar de ubicarse en la plaza de la Concepción, se coloque junto al colegio de arquitectos, en la calle General Ezponda. Supondría moverla unos doce metros, pero con esta acción se permitiría el acceso a los residentes de Margallo que viven entre los cruces con Santo Domingo y Teniente Ruiz.

El ayuntamiento no se niega, pero el traslado de la cámara no es tan fácil como parece. Según explicó ayer a los vecinos Rafael Mateos para poder llevarlo a cabo, primero sería necesario modificar la normativa que regula las cámaras de acceso, lo que supone volver a ejecutar el proceso (debe pasar por comisión y después por el pleno). Todo esto podría llevar varios meses. Por el momento los técnicos municipales analizan si el cambio de ubicación de la cámara repercutiría en la restricción del tráfico, ya que la alternativa tiene el problema de que quedaría sin prohibición el acceso de vehículos a toda la plaza de la Concepción (estaría abierto hasta el palacio de la Isla y hasta la calle Moret).

Cuando el control de acceso de vehículos a la ciudad monumental se llevaba a cabo mediante el sistema de bolardos el ayuntamiento ya cambió de ubicación el que se encontraba situado en la Concepción debido al mismo problema. Entonces el bolardo también se colocó a la altura del colegio de arquitectos. "Insisto en que no se gana nada con la cámara porque, si lo que quieren es restringir el tráfico a la plaza Mayor, por General Ezponda no van a pasar coches si se traslada al colegio de arquitectos. La que tienen que controlar es la calle Ríos Verdes, los coches se cuelan por ahí aunque sea dirección prohibida porque no tiene cámaras", señala la presidenta de la asociación de vecinos Zona Centro, Roser Gruart (a la reunión de ayer también asistió la vicepresidenta del colectivo, Antonia Amado).

Desde que entrara en vigor el nuevo sistema los vecinos de la calle Margallo se ven obligados a dar un rodeo de cerca de tres kilómetros para poder llegar hasta sus casas (tienen que ir hasta San Blas y subir por la calle Sande). Para evitar esto el ayuntamiento les ha ofrecido concederles tarjeta de residente para que puedan pasar por las cámaras. Los vecinos se niegan porque insisten en que no solo ellos van a sus casas, sino familiares que acuden a buscar a sus hijos u otras personas, por lo que el problema continuaría.