Dos décadas de película, con sus escenas de humor y sus episodios de tristeza, con su parte de espectáculo y su guión más humanitario. Así ha sido la trayectoria del Festival Solidario de Cine Español de Cáceres, que en marzo cumple veinte años de celebración ininterrumpida. Alrededor de setenta actores, actrices y directores de primera fila han pasado por el Gran Teatro desde 1993 para recoger sus premios en la gala final de los San Pancracios, el momento más intenso del certamen, que además programa cada año proyecciones, talleres, publicaciones y otras muchas citas. Veinte años después, el festival tiene un nombre propio, un proyecto benéfico único, y el cariño y el respeto del mundo del cine, donde casi todos acuden a la cita cacereña cuando son reclamados.

Este proyecto nació de la inquietud de los hermanos Paco y Tinti Rebollo, junto con Javier Remedios y otros colaboradores entusiasmados con el séptimo arte y, ¿por qué no?, convencidos de que Cáceres podía tener su propio certamen nacional. Lo han conseguido, no sin esfuerzo y momentos muy duros que han estado a punto de dar al traste con el festival por la falta de apoyos, especialmente en 2006. Pero el empeño personal y la ilusión han suplido todos los obstáculos y ya está programada la vigésima edición, que se celebrará en plena temporada de recortes con más entusiasmo si cabe que nunca. Se desarrollará del 1 al 17 de marzo con proyecciones en Multicines Cáceres de las mejores producciones españolas de 2012, actividades paralelas y la gala de clausura el día 16 (20.30). Como siempre, las citas tendrán fines solidarios y los premiados se mantendrán en secreto hasta los prolegómenos.

ACTIVIDAD INTENSA "Si tuviera que elegir lo más relevante de estas dos décadas destacaría la amistad con quienes iniciaron la andadura, y la ayuda prestada a personas injustamente olvidadas. Queremos seguir trabajando desinteresadamente, nos asegura la doctora Tony López que este proyecto ha salvado vidas en la Amazonia. Veinte años no son nada", explica Paco Rebollo, presidente de la Fundación Rebross, desde la que se coordina tanto el certamen anual como la revista Versión Original , que también cumple dos décadas convertida en la publicación mensual más longeva de Extremadura.

Además, el festival ya tiene su espacio y su reconocimiento en el ámbito cinematográfico, y los premiados se sienten cómodos al venir a Cáceres por el talante distendido y a la vez formal de los galardones y la gala. Conseguir una entrada para la noche de las estatuillas (realizadas por el artista cacereño César David) no resulta nada fácil porque se agotan en una mañana.

RECONOCIMIENTOS De hecho, el certamen recibió en 2008 el Premio González Sinde, uno de los galardones más relevantes, otorgado por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. De este modo se reconocía "el trabajo de la Fundación Rebross, combinando con entusiasmo la promoción del cine español con el apoyo económico a las actividades solidarias de diversas ONG", explicaba la propia Academia.

Poco antes, en 2007, el festival había adquirido formalmente su identificación de 'Solidario'. Con el lema 'Ver Cine Español Ayuda' , la Fundación Rebross, sin ánimo de lucro y bajo el protectorado del Ministerio de Cultura, coopera con países en situaciones precarias y destina a este fin todos los beneficios de sus actividades, unos 30.000 euros anuales que ayudan a sacar adelante proyectos en Perú, Colombia, Brasil y ahora también España.

Por un lado, Rebross contribuye a la mejora de la población de Arequipa (Perú) a través de la ONG Hijos del Sol Inti Rayni. En la actualidad cuenta con dos postas médicas y ha sido decisiva en la creación de un policlínico dotado en los últimos años con distintas áreas de atención: consultorio ginecológico, dental, oftalmológico y laboratorio. Inti Rayni también ayuda a la mejora de las infraestructuras donde viven los niños. Por cierto que desde hace cinco años, Rebross organiza el Festival Juvenil de Cine Español en Arequipa.

El certamen cacereño también respalda a la ONG Aexcram, que ha puesto en marcha una escuela comedor en la ciudad de Leticia (región amazónica de Colombia). A este centro acuden 158 niños de 7 a 12 años de las etnias Tikuna, Cocama, Cubeo, Yagua, mestizos y colonos, que tienen que hacer trochas por la selva y en algunos casos tramos en canoa. Se financia gracias a Aexcram, que suscribe convenios con la Fundación Rebross.

Los ingresos del certamen cacereño también ayudan cada año a la dotación de instrumental sanitario para el Barco Hospital de la Amazonía Brasileña, que recorre zonas muy pobres amenazadas por el hambre, el analfabetismo, las enfermedades y los graves desequilibrios estructurales. El barco realiza viajes de seis meses para prestar atención sanitaria a cargo de la ONG Comité Ipiranga.

En los últimos tiempos, y dada la situación de crisis que vive España, el festival también ayuda a la dotación de kit de alimentos para familias con jóvenes en riesgo de exclusión social, a través de Cruz Roja Extremadura.

LAS PUBLICACIONES La actividad editora de Rebross apoya igualmente estos objetivos solidarios. Además de la revista mensual Versión Original , ya han salido a la luz 16 libros de la colección del mismo nombre que se publican anualmente. La fundación también desarrolla la Colección Trayectorias, con estudios sobre directores consagrados del cine español como Montxo Armendáriz, José Luis Borau o Jaime de Armiñán.