Veinte cerdos ibéricos murieron ayer, unos aplastados y otros asfixiados, en un accidente de tráfico ocurrido en la primera glorieta del polígono Las Capellanías en sentido a Salamanca. El siniestro se produjo en el último tramo de la rotonda, sobre las doce menos cuarto de la mañana, al romperse uno de los ejes del camión que transportaba a los animales. La rotura provocó la separación de la cabeza del vehículo y el remolque especial para el ganado, volcando éste en la cuneta.

El camión, conducido por Angel R. C., que resultó ileso, trasladaba a 140 cabezas de porcino ibérico desde una finca de Olivenza (Badajoz) hasta Guijuelo (Salamanca). El peso de la carga rondaba los 23.000 kilos.

La unidad de rescate de los bomberos, personal de la red de mantenimiento viario y vecinos de fincas próxima colaboraron en el rescate de los animales, que duró más de dos horas. Muchos de los cochinos quedaron atrapados entre el amasijo de hierro de las jaulas. Otros, con las extremidades rotas, lograron salir pero a los primeros pasos caían desplomados por su propio peso, de más de 150 kilos en muchos casos, y quedaban agonizando junto al remolque.

SACRIFICIO Un veterinario de la Junta que acudió a la zona informó que no se podía sacrificar in situ a los cerdos moribundos por falta de un matadero de urgencia para ello, lo que prolongó la agonía de los animales.

Los cerdos vivos fueron poco a poco reagrupados bajo una de las canalizaciones de drenaje de la carretera para evitar el riesgo a la circulación. Algunos huyeron despavoridos hacia fincas cercanas. Los bomberos desplazaron un autobomba para refrescarlos hasta trasladarlos a un nuevo camión. A las cinco de la tarde, una grúa procedía a levantar el remolque. La policía local reguló el tráfico sin que se produjeran retenciones.