Necesitan un trabajo, lucharán por ello y aseguran que son tan capaces como el resto. La Asociación de Familiares y Enfermos Mentales de Cáceres (Apafenes) y Fundación La Caixa suscribieron ayer un convenio para llevar a cabo un Programa de Rehabilitación Laboral, que ayudará a 25 usuarios de este colectivo a buscar un empleo en el año 2005. La entidad financiera aportará 20.000 euros (3,3 millones de pesetas) y Apafenes organizará el proyecto, donde los enfermos serán formados y orientados para acceder al mercado laboral de la mano de un amplio equipo de profesionales.

La firma del acuerdo se llevó a cabo en el ayuntamiento y fue presidida por la concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro, que agradeció el apoyo de La Caixa y la entrega de Apafenes. "Se trata de un programa muy bien elaborado, claro y definido, con buenas perspectivas", señaló Joaquín Antonio Chaparro, director del Area de Negocio de La Caixa en Cáceres, entidad que este año financiará cuatro proyectos extremeños para discapacitados por un total de 78.600 euros.

La presidenta de Apafenes, Felipa Malpartida, no pudo evitar conmoverse durante el acto. "Los enfermos mentales rinden tanto como el resto de los trabajadores y no registran más bajas laborales, al contrario, cuando se les da una oportunidad de demostrar lo que valen se emplean a fondo, se sacrifican para mantener su empleo", dijo. El problema de los afectados estriba en que algunos no confían en sus habilidades, creen que no las tienen o han disminuido por la enfermedad. Por ello, el Programa de Rehabilitación Laboral les ayuda a reforzar sus aptitudes y actitudes, y les conduce por el mejor camino para encontrar trabajo.

Este proyecto comenzó a desarrollarse en octubre del 2002 con el apoyo de la Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura. El espaldarazo económico que supone el convenio firmado ayer permitirá su continuidad otro año. Engloba a diversos profesionales (psicólogos, monitores...), que pretenden recuperar y potenciar los conocimientos y hábitos necesarios para favorecer la integración sociolaboral del enfermo, a través de actividades de orientación vocacional, entrenamiento en la búsqueda de empleo y técnicas para acceder y manejarse de forma adecuada en el mundo laboral.

INTERMEDIARIOS Por ejemplo, los beneficiarios aprenden a confeccionar un currículo, a enfrentarse a una entrevista de trabajo y a relacionarse con los compañeros. Pero además, el programa promueve de forma directa su inserción en el mercado laboral protegido (centros especiales de empleo) y supervisado o normalizado (empresas ordinarias, autoempleo...). El equipo de profesionales se pondrá en contacto con empresarios, instituciones y centros, y hará un seguimiento continuo del usuario en su nuevo trabajo. Además, cada beneficiario tiene un plan específico dentro del programa, con contenidos y horarios propios.

En definitiva, un continuo esfuerzo para superar barreras y estigmas sociales, para que el enfermo mental consiga el puesto de trabajo que tanto necesita, pese a que no goza de las mismas oportunidades. "Un empleo proporciona a estas personas autonomía e independencia, es una pieza clave para alcanzar una mayor normalización, les hace sentirse parte de la sociedad", explica Felipa Malpartida.