La Comisión de Patrimonio de Cáceres, formada por distintos expertos (arqueólogos, arquitectos, asesores jurídicos, conservacionistas...) y dependiente de la Junta, acaba de dar el visto bueno al proyecto de la primera fase de la muralla (el llamado mural de San Marquino). Es cierto que las actuaciones comenzaron en julio pero el ayuntamiento las paralizó en el flanco norte de la Torre de los Pozos, al conocerse las denuncias sobre la existencia de crías de vencejos. «Entonces comprobamos que el informe ambiental no se había hecho correctamente en la pasada legislatura, y hemos tenido que realizar una evaluación exprés, con el coste que conlleva», explicó ayer el concejal de Patrimonio, José Ramón Bello. Finalmente, dicha comisión ha dado luz verde y el proyecto ya puede acometerse como se concibió originalmente.

Al no haberse contemplado algunos condicionantes medioambientales, esta carencia ha obligado a gestionar de forma imprevista qué se hacía con los vencejos. Mientras se subsanaba el trámite burocrático, se optó por esperar a que volaran las crías para no malograrlas, de ahí que no se instalaran los andamios en la cara Norte de los Pozos. Coincidiendo ahora con el visto bueno definitivo al proyecto, el alcalde, Luis Salaya, comunicó ayer que solo queda una cría, con lo cual los trabajos comenzarán al completo en cuestión de pocos días, «con la libertad de poder trabajar ya en todas las zonas», dijo el alcalde, calificando de «chapuza» la falta de los informes perceptivos. No obstante, este verano se ha avanzado en tramos no afectados por la existencia de vencejos. «No se ha producido una demora excesiva», afirmó Salaya.

UBICACIÓN DE LAS CAJAS / Asimismo, apoyándose en las resoluciones y el asesoramiento la Comisión de Patrimonio y la Dirección General de Medio Ambiente, el ayuntamiento anunció ayer que los vencejos no podrán volver a anidar en los tramos originales de la muralla, del siglo XII, como pedían los conservacionistas, porque se taparán las oquedades para evitar que provoquen daños. Sí se instalarán 111 cajas artificiales en zonas restauradas de la propia muralla, es decir, reconstruidas, no originales. El reparto será el siguiente: Torre de la calle Hernando Pizarro, 20 nidales; lienzo entre esta torre y el Cubo del Olivar, 10; Cubo del Olivar, 20; Baluarte de la zona de San Roque, ninguno; Torre de los Pozos, 10; lienzo de San Roque, 40; Torre del Río, 6 (para cernícalos); y lienzo del Arco del Cristo, 5.

«Hemos trabajado conjuntamente con las ONGs ambientales, y después de escuchar a todo el mundo hemos buscado la solución que ofrece un equilibrio más razonable entre el bienestar de los vencejos y la conservación de la muralla, partiendo siempre de que prima la conservación del patrimonio», matizó Salaya.

«La muralla da unión a todo el casco histórico, es el elemento que marca la declaración de Cáceres como Patrimonio de la Humanidad. Su restauración resulta tremendamente importante», subrayó José Ramón Bello, quien afirmó que en futuras fases se tendrán en cuenta todos los condicionantes medioambientales, incluido el calendario de aves, para evitar este tipo de situaciones.