Fernando Pavón, vendedor de Once en Cáceres desde el año 1986, repartió el sábado 280.000 euros. Los boletos agraciados del 03.790 se vendieron en un supermercado de La Charca Musia. El sábado por la mañana uno de los premiados le llamó por teléfono para comunicarle la sorpresa, aunque él ya lo sabía.

"Solo había repartido un premio desde que llevo trabajando. Fueron 36.000 euros en un solo cupón", recalca este vendedor lleno de optimismo por el golpe de suerte. La fortuna recayó en cinco clientes de un supermercado situado en las inmediaciones del polígono de La Charca Musia, en la salida de la carretera de Miajadas, y en otros dos de las localidades cacereñas de Plasenzuela y Torremocha. Algunos de los agraciados están en el paro, otros llevan toda la vida trabajando, pero todos ellos son compradores habituales.

Pavón asegura que "hasta la fecha, pocos se han presentado y me han agradecido el premio". Solo dos de los afortunados llevaba más de un cupón, los demás cobrarán 36.000 euros cada uno por su cupón. "No se trata de una gran cantidad, pero es una ayudita que viene bien en estos tiempos de crisis", señala el vendedor. Por desgracia, él no se quedó con ningún cupón agraciado, aunque no le da demasiada importancia, pues reconoce que "me da mucha alegría haber repartido este dinero".

Uno de los premiados le ha confesado lo que hará con el dinero. "Tenía algunas deudas que ahora saldará ". Mientras tanto Pavón continuará con su ruta de siempre, ya que la Once no da ninguna comisión especial a los vendedores de los números ganadores. La única compensación extra es la satisfacción de haber repartido dinero a gente que lo necesitaba.