Cualquier cacereño sabe que la Ciudad Monumental es el principal activo de Cáceres y piensa que es probablemente la empresa que genera más dinero en nuestra ciudad. Nada tiene de extraño por lo tanto que, con lo listos que son los cacereños, todos tengan recetas para mejorarla y hacerla más atractiva al turismo. Bueno, todos excepto los del consorcio.

Leía en nuestro periódico hace unos días que industriales de distintos ramos pero con nexos con la cerca almohade hacían una serie de peticiones de mejoras que según ellos demandan los turistas, tales como iluminación, punto de información, fuentes... Lo de las fuentes hay que pensarlo mucho pues el entrañable Guadiloba no da para muchas fuentes y cuando llegue el agua de portaje, que algún día llegará, supondría un encarecimiento aún mayor del recibo del agua. Pero sobre todo porque si muchos cacereños beben agua mineral por algo será y si los turistas se enteran podrían decir: "Estos belloteros nos dan el agua que ellos no se atreven a beber".

También solicitaban aseos y a eso sí que me opongo rotundamente porque si los cientos de prostáticos que pasean Cánovas mañana y tarde, muchos de ellos insignes catovis e incluso hermanos de la Virgen de la Montaña, no tienen un mingitorio a su alcance y están obligados a humedecer sus gayumbos mientras encuentran uno en el que aliviarse, no me parece justo ponérselo a los forasteros por mucho que aporten a la economía local.

ASI PUES deberán tomar otras medidas como por ejemplo exigir a las agencias de viaje que junto al boleto del autobús se dispense a los prostáticos y gentes de meada fácil una bolsa higiénica que una vez llena deberá depositarse en la sucursal que tengan en nuestra ciudad. Y si parece muy complicado o las agencias se negaran a prestar este servicio propongo que en la publicidad de nuestra ciudad se incluya esta leyenda: "Venga a Cáceres, pero venga meado".