Estaba visto. Al cabo de tantos años vuelve la pertinaz sequía que tantas cosas justificó durante el franquismo. El mismísimo Saponi se ha visto obligado a convertirse en un marujo y ha cambiado su puesto de regidor municipal por el de consejero de Consumo. Todo sea por ahorrar agua. Está muy bien eso de cerrar el grifo mientras se lavan los dientes, ducharse, no bañarse y cuantas medidas sean necesarias para no despilfarrar el agua. Supongo que será imprescindible un certificado médico para poder beber más de un litro diario. Ahora lo que quiero que me expliquen es cómo se lavan los coches sin agua. Porque un compañero mío lavaba el suyo con el agua de un botellín de cerveza y aún le sobraba líquido, pero sin agua no me entra en la cabeza, a no ser que se utilice el pacharán. Mal verano se les avecina a los colios, los geranios, las pilistras y los ficus, porque no es tan fácil hacerse con garrafones de agua reciclada. Al menos no nos han dicho en qué lugar se adquieren y cuanto cuestan. Se supone que el canario habrá de beber agua mineral. Ahora, lo peor de todo es que no podremos hacer esos grandes cuencos de gazpacho.