«Hemos sentido una llamada vocacional», afirma Jesús Caletrio, un cacereño que viajará con su familia a Corea del Sur predicar el evangelio. Sin billete de vuelta. El matrimonio católico con tres hijos partirá esta semana y pertenece a la parroquia de San José, a la que comunicaron su vocación y la que ha gestionado su partida. Como ellos, hay otra familia que partirá a China y dos mujeres que frecuentan Japón con el mismo cometido. En la capital coreana no coincidirán con más familias ni extremeñas ni españolas. Compartirán espacio con familias coreanas católicas. De momento, desconocen si su labor de campo consistirá en oficiar «catequesis o evangelizar por las casas». Lo que tienen claro es que vivirán igual que en Cáceres, de acuerdo a los «valores en los que creen». Fue el papa Francisco el que ordenó su viaje junto a otras 35 misiones el 5 de mayo en la celebración de los 50 años del Camino Neocatecumenal. Caletrio confiesa que Corea del Sur nunca estuvo entre sus destinos, pero reconocen a Efe que la «experiencia de ver a Dios» en sus vidas y su «llamada». les ha llevado a partir. El pasado miércoles fueron despedidos por los feligreses de la parroquia de San José de Cáceres y se confiesan a Efe con el «corazón dividido» por su familia y amigos. «La parte afectiva está y sienten pena por nuestra marcha», sostiene. De momento, estudian el idioma para adaptarse a una cultura diferente en la que por supuesto echarán de menos el «jamón ibérico».