Todo surgió en un tren de Madrid a Cáceres. El cineasta Jerónimo García (Malpartida de Cáceres, 1971) y José León, José A. Secas en el escenario, (Cáceres, 1962) hablaron durante el viaje de la ciudad de antes y la de ahora hasta dar forma a un documental que se titularía 300 Km. Suroeste y que acaba de ver la luz tras dos de trabajo, dirigido por García (Destino Oeste Producciones) y coproducido por León (LCA).

Durante algo más de 45 minutos de fotogramas, por la pantalla desfilan las caras de aquella etapa de explosión creativa que se dio en llamar la movida y que Cáceres también vivió con intensidad como ocurría en las grandes ciudades. El productor Paco Lobo, el fotógrafo Luis Casero, el músico Diego Ariza... y hasta el alcalde Carlos Sánchez Polo, que coincidió con los años espléndidos de los 80, narran su experiencia en un trabajo donde se entremezclan sueños, pasiones y el material gráfico y sonoro de quienes aún pueden contar con orgullo cómo bailaron al ritmo de Coup de Soupe o en fiestas rockabillys.

A lo largo de distintas etapas que arrancan en la década de los 60 y finalizan en la de los 90, el trabajo de García y León ofrece una retrospectiva de la movida con la que quieren mostrar el impacto que tuvo: "Es un documental testimonial con entrevistas a personas que tuvieron que ver con la actividad cultural y la noche", afirma el director, que cita también a Marce Solís, El Bola , Vicente Pozas, María José Castro La Negra o Pepe Rades.

Un cambio brutal

Preguntado por el resultado final del documental, García precisa que ha tratado de "contar una época concreta de esta ciudad, pero también de este país. No dejó de ser un momento colectivo que tuvo su detonante en Madrid, pero con una experiencia similar en la periferia". Prueba ello, recuerda, han sido otros trabajos similares de la movida en Galicia o Barcelona.

¿Y el título? El director lo explica: "Lo que sucede en Cáceres no deja ser un reflejo de lo que está sucediendo en Madrid, a 300 kilómetros suroeste, pero con una idiosincracia propia". García va más allá en el objetivo que ha pretendido con este trabajo: "Queremos contar la transformación de una ciudad de provincias en otra moderna. Cáceres era un pueblo grande en los 60 y contamos esa transformación con una serie de acontecimientos, no solo a lo largo de los años de la movida sino incluso antes".

¿Pero qué fue realmente la movida? En opinión de García, supuso unos años en los que la ciudad se conectó con el mundo exterior". A León aquella época también le pareció fascinante. "¡Cómo lo pasábamos!", recuerda el artista, que formó el grupo Percance la Place. Estudiaba en Madrid, era un habitual en Ibiza y venía a Cáceres hasta que decidió quedarse para siempre.

Preguntarle por la movida es volver a un tiempo feliz donde, recuerda, "entre unos pocos se hizo mucho, casi todo sin dinero, no como ahora que todo es capitalismo". Y es que fueron unos años de "apertura a nuevas formas de expresarse", añade García. "Los jóvenes encontraron en el ocio creativo una forma de realizar proyectos como fanzines o grupos de música".

De aquel tiempo también formaron parte Santi Márquez y Jose Cebriá, dos de los fotógrafos que han colaborado en el documental y que durante este mes exhiben 75 imágenes en los pasillos de la Filmoteca. Ellos también hicieron ese viaje de nostalgia a la movida cacereña.