Dux y Comes recorren medio mundo en barco, en tren, en coche o en globo y visitan Alemania, Austria, Italia, Inglaterra, EEUU o España en un viaje imaginativo a través de la música de esos rincones del planeta, la de Bach, Brahms, Mozart, Boccherini, Tchaikovsky o Gerónimo Giménez.

Dux y Comes no son más que dos personajes que encarnan los directores de orquesta Reynold Cárdenas y Cristina Flores en el guión de los conciertos didácticos de la Orquesta de Extremadura (OEx), que han concluido esta semana en Cáceres con la asistencia de algo más de mil escolares.

El juego de palabras Con-cierto destino da título a este proyecto pedagógico que comenzó hace dos años y que busca "acercar la música sinfónica a los niños" y "humanizar las orquestas y su música, consideradas elitistas", explica Cárdenas. El público infantil, sin embargo, es el más difícil porque "es muy crítico", señala Flores.

Estos viajes musicales para niños son una apuesta de futuro para la música sinfónica en Extremadura, ya que intentan crear un público para ella, toda "una carrera de fondo", dice Pascual Climent, asesor musical de la OEx. Al menos el viaje ya ha comenzado.