El nombre de Teodoro León suena con fuerza desde este viernes como posible obispo de Coria-Cáceres. Su nombre se repite en los círculos próximos a la diócesis, especialmente durante la jornada de hoy sábado. También aparece como único candidato en la publicación Infovaticana, donde comentan que podría estar ya adjudicado. Precisamente, meses antes del nombramiento del anterior obispo diocesano, Francisco Cerro, al frente de la Archidiócesis de Toledo, este mismo medio de información religiosa ya lo avanzó y finalmente se cumplió. No obstante, a día de hoy no existe ninguna confirmación oficial de que Teodoro León haya sido nombrado nuevo obispo de Coria-Cáceres, e Infovaticana no lo da por cerrado.

La noticia ha causado revuelo en la diócesis porque Teodoro León ocupa nada menos que los cargos de vicario general de la Archidiócesis de Sevilla y deán-presidente del Cabildo Catedral de Sevilla. En 2017 también fue nombrado secretario general de la Asamblea de Obispos del Sur de España y de la Provincia Eclesiástica de Sevilla.

Según la información que recoge la web de la Archidiócesis de Sevilla, Teodoro León nació en Puertollano (Ciudad Real) el 27 de noviembre de 1964, y perteneció a la congregación de Alcuéscar (Esclavos de María y de los Pobres). Cursó estudios en el Seminario de Cáceres. Fue ordenado sacerdote en Sevilla en el año 1991. Es doctor en Derecho Canónico y diplomado en Jurisprudencia de la Rota Romana. Ha ejercido como párroco de Nuestra Señora de las Veredas, en Guadalema de los Quinteros, y como vicario parroquial en San Isidoro de Sevilla. Entre otras responsabilidades pastorales, es también delegado episcopal para las Causas de los Santos.

Durante los últimos tiempos se ha hablado de una terna de candidatos para la sede vacante de Coria-Cáceres. Ahora destaca el nombre de Teodoro León debido a la "gran actividad del nuncio", que según Infovaticana ha disparado los rumores diocesanos.

A raíz del nombramiento del anterior obispo, Francisco Cerro, como arzobispo de Toledo, la Diócesis de Coria-Cáceres lleva desde el pasado 29 de febrero en estado de sede vacante, dirigida por el administrador diocesano Diego Zambrano. Tiene la misma potestad de un obispo diocesano, exceptuando algunas cuestiones marcadas por el derecho canónico. Por ejemplo no puede administrar las Sagradas Órdenes (lo haría algún obispo llegado el caso). Tampoco puede consagrar el Crisma.

El nombramiento de un nuevo obispo siempre es un proceso lento. Según informa la web de la Diócesis de Coria-Cáceres, el nuncio, que representa al Papa en España, puede solicitar a un número considerable de cristianos (sacerdotes, consagrados, laicos y también obispos) de la diócesis en sede vacante, y de otras, diversos informes, por ejemplo: situación de la iglesia particular, el perfil del obispo que necesita, posibles nombres de candidatos o consultar detalles concretos sobre algún nombre o nombres que ya hayan sido propuestos.

Con toda esa información, el nuncio prepara un completo dossier y lo envía a la Santa Sede, a la Congregación de los Obispos. Allí se estudia el material y se proponen al Papa varios nombres. Es el Papa quien elige al candidato más idóneo, cuya decisión comunica al nuncio, que a su vez lo transmite al candidato y solicita su consentimiento. "Pasados unos días se comunica a la diócesis respectiva y se hace público a todo el Pueblo de Dios y a los medios de comunicación", informa la web diocesana.

Una vez hecho público el nombre del obispo "electo", se decide el día de su ordenación episcopal (en el caso de que haya sido elegido un sacerdote) y la toma de posesión. Será ordenado por un obispo, que le impondrá las manos junto con, al menos, otros tres obispos, como signo de la universalidad de la Iglesia y de su misión episcopal.

"También se leen públicamente la Bula del Nombramiento firmada por el Papa y se le entregan los signos del obispo: el anillo, porque se desposa con la diócesis; el báculo, porque es pastor; el solideo, porque solo se debe a Dios; y la mitra, porque es maestro de la fe", detalla de la diócesis.