Víctor Santiago Tabares, concejal de Innovación y e-Gobierno del Ayuntamiento de Cáceres trabaja para hacer realidad un gran proyecto: que el ciudadano sea el auténtico centro y motor del desarrollo. En este empeño por diseñar el futuro de la ciudad y convertirla en un polo de innovación, conocimiento y creatividad el proyecto Ribera del Marco es uno de los ejes principales. Ahora está comenzado a cambiar la cara de Cáceres.

--¿Qué cambios fundamentales va a experimentar la Ribera del Marco a partir de ahora?

--La Ribera del Marco y su intervención es un proceso que va a requerir muchos años, pero en estos primeros cuatro años hemos impulsado la concienciación de los ciudadanos por ella. Nos ha permitido diseñar un modelo de actuación que conforma una manera de entender la ciudad. Es una propuesta de transformación radical. La evolución del Libro Verde al Libro Blanco insufla mayor legitimidad democrática al trabajo realizado para que sean muchos más los ciudadanos que participen. Las obras se ven poco, pero desde el punto de vista de las infraestructuras es clave la intervención en el poblado de Aldea Moret. Significa un cambio radical para la barriada, porque la dotamos de un gran edificio sociocultural que va a tener una gran proyección regional y nacional. Además creamos un centro de empresas innovadoras que tendrá un espacio propio. Lleva aparejado otros dos elementos que están ya a punto de concretarse. Uno de ellos es la declaración de Bien de Interés Cultural, para proteger el valor patrimonial del conjunto de arqueología industrial y minera. Otro es el Plan Especial de la Barriada de Aldea Moret, que reconvertirá todo el poblado, convirtiéndolo en una ´aldea laboratorio´. Rescatamos la idea de poblado dedicado a la minería de la fosforita para convertirlo en un lugar de extracción de talento en la Economía del Conocimiento. Además, habrá intervenciones puntuales relacionadas con la incorporación de los jóvenes, lo que llamamos la ´repoblación´ de la Ribera, gracias a la próxima inauguración del Espacio para la Creación Joven. Otro paso importante ha sido la recuperación de las huertas con el proyecto Hortolab, un laboratorio hortícola que va a empezar a imprimir un componente agroecológico. Todo esto va acompañado de elementos intangibles. Hemos iniciado un proceso de participación ciudadana hace un par de años y que en estos meses va a tener un calado muchísimo mayor. Podemos trabajar de forma diferente las relaciones de los ciudadanos con el gobierno municipal. Otro intangible es el desarrollo de actividad económica con la creación de una serie de clústers de carácter local que impulsarán sectores emergentes de la economía. Están ya empezando a funcionar en Europa. El objetivo es generar estructuras organizativas que permitan una mayor dinamización de la economía y transformar la ciudad. Tenemos a 30 personas trabajando para que esos procesos sean comprendidos por la ciudadanía. Es la segunda vuelta de tuerca de un proyecto a largo plazo.

--¿Cómo le explicamos a los ciudadanos conceptos como Creatividad Expandida, Aprendizaje Continuo, Ciudadanía Inteligente, La Piel Digital, Movilidad Sostenible o Metabolismo Urbano?

--Estamos avanzando en la medida de que disponemos de recursos y medios. Esta ciudad tenía un desarrollo desequilibrado y se estaba escorando demasiado hacia determinados barrios con mayor calidad de vida. Cáceres se ha construido sobre barrios llenos de dotaciones. Sin embargo, todos los que se encuentran en el núcleo de la Ribera del Marco tienen más de 40 años salvo La Mejostilla. El proyecto busca un equilibrio porque todos los ciudadanos desde la gestión del ayuntamiento deben ser tratados por igual. Con este gran corredor vamos a modernizar la ciudad a base de los barrios más humildes. Toda la historia de Cáceres está en ellos y generan un corredor natural y social que puede ser el gran símbolo del desarrollo de la ciudad.

--¿Qué plazos hay previstos para esta transformación por barrios?

--Hay mucho por hacer. Hemos diseñado una estrategia hasta el 2020. Los plazos vendrán en función de la capacidad de invertir recursos. En esta década 2010-2020 sí que se va a percibir una importante transformación. Se va a hacer coincidir con la estrategia 2020 de la Unión Europea, en la que la innovación y la creatividad juegan un papel fundamental. No podemos quedarnos descolgados como nos pasó con la revolución industrial. Haremos una ciudad mucho más competitiva que genere más empleo y desarrollo económico.

--¿Cómo explicamos todo este proceso de creatividad e innovación al ciudadano?

--Es un cambio que debe producirse en cada persona. Queremos que cada ciudadano sea un actor de la transformación de Cáceres. La programación del Edificio Embarcadero marca una diferencia ostensible. Es un cambio radical de ciudadanos como espectadores del hecho creativo a ciudadanos como protagonistas del hecho cultural. Vamos a juntar la capacidad creativa de la ciudad a través de sus artistas con la de participación ciudadana. Ahora, por ejemplo, estamos desarrollando una iniciativa de creación de mobiliario urbano con materiales reciclables en el que el ciudadano diseña o utilizar la telefonía móvil como instrumento de transformación social. Es una ´lluvia fina´ que convierte al ciudadano en actor del proceso cultural y no es sólo un elemento marginal.

--¿En todo esto qué papel va a cumplir el Edificio Embarcadero?

--Es un gran espacio cívico donde queremos desarrollar los nuevos modelos culturales. Tiene tres espacios. Uno de ellos está orientado a la innovación social, cultural y emprendimiento. Queremos crear incubadoras de iniciativas, que determinadas asociaciones estén allí y realicen allí sus actividades. La idea es que sean capaces de aportar valor al propio edificio. Otro espacio está dedicado a la documentación con biblioteca y un Observatorio de Iniciativas Culturales. Queremos saber las tendencias que se están produciendo en el mundo y transferirlas con mayor rapidez. Se trata de conectar lo local con lo global y así acelerar los procesos de innovación. Finalmente hay un espacio relacionado con los modelos de sostenibilidad. Queremos que Cáceres, aunque sea una ciudad pequeña, no se quede atrás. Necesitamos un proceso inverso de conquista de la calle por los propios ciudadanos. Todo el edificio entero es un gran receptáculo que genera espacios de interconexión.

--¿Y si un ciudadano quiere participar cómo puede hacerlo?

--Dirigirse a la Concejalía de Innovación y e-Gobierno comunicar su idea a cualquiera de los técnicos para que conozca las instalaciones. Si su propuesta puede tener acogida la desarrolla. Ya hemos recibido muchas de asociaciones, colectivos... La clave será la capacidad de aportar ideas e iniciativas en ese espacio comunitario.